El plan contra la soledad de los mayores se extenderá a todos los barrios de Vitoria en 2021

Se trata de una iniciativa con la que «se atiende y hace compañía a las personas mayores frágiles en su entorno, en su barrio, a través de actividades que les interesan», explican desde el área municipal de Políticas Sociales y Personas Mayores. El objetivo final es lograr entornos «más acogedores y accesibles» para que estos vitorianos «puedan hacer sus actividades, relacionarse y pasear por sus calles más fácilmente y con autonomía». Este proyecto, que actualmente se lleva a cabo en cinco distritos (Coronación, El Pilar, Landázuri, San Prudencio y Zaramaga) a través de sus respectivos espacios socioculturales, se extenderá a todos los barrios el año que viene. Concretamente llegará a los 15 recintos municipales para la tercera edad de la capital, que sumará uno más con la próxima apertura del de San Martín. Un valioso recurso para una ciudad que cuenta con 12.676 personas mayores de 65 años que viven solas, según los registros del Consistorio.

Porque el día a día puede llegar a resultar duro si uno no tiene con quién compartir la casa. «En estos momentos vivo con mi hija, pero antes no y lo pasé muy mal. Este grupo me cambió la vida por completo», confiesa María Tejada, una de las participantes, durante uno de los encuentros que desarrollan en el centro ubicado junto al parque del Norte. En realidad, las actividades están abiertas a cualquier interesado. «Para mí fue una gran ilusión poder tener reuniones, conocer gente y hacer amistades, aportar unas ideas para mejorar el barrio. Aunque ahora con la pandemia echo de menos las actividades», frunce el ceño Gregorio Escribano, otro de los vecinos que se ha unido a la iniciativa.

Porque dentro de estos particulares 'grupos motores', «ellos son los protagonistas», tercia Mónica Diéguez, coordinadora del programa en Coronación. ¿Cómo funciona? «En cada zona se diseñan y organizan acciones como charlas, talleres, así como un 'itinerario seguro'. Consiste en establecer una ruta por los puntos más visitados. Se intenta que sea acogedora para los mayores. Antes hablamos con los comercios y se les informa e invita a adherirse», detalla la encargada.

Este 'camino seguro' «me ha ayudado a a tener más libertad al ir por la calle, a la tienda», aplaude Lucía Franco. «Yo ahora ando con más cuidado al cruzar la carretera, porque antes iba algo más 'alocada'. El programa me ha ayudado a ser consciente de que debo estar más atenta», valora LaliCibeira. Domi Rodríguez agradece igualmente el plan. «Esto me ayuda a no pasar tanto rato sola en casa».

Los propios participantes –el 80% son mujeres– son actores cruciales del proyecto al compartir su experiencia con sus familiares, amistades, vecinos, etcétera, e informarles de la posibilidad de asistir. «Quién mejor que ellos mismos para llegar a otras personas de su entorno y decirles 'Estaba solo y pasándolo mal, pero he participado en esto y me ha funcionado'. Siempre es más fácil que un usuario que lo ha vivido en primera persona les anime», argumenta Gabi Patrón, al frente del proyecto en el Centro Sociocultural de Mayores de San Prudencio.