Los 42 pisos sociales de Aretxabaleta deberán esperar al menos hasta 2024

El motivo de este contratiempo está en el régimen en que se encuentran las viviendas, que están pésimo estado tras haber estado okupadas. Un eventual cambio de su catalogación en el Plan General requiere un informe de equilibrio financiero, que a día de resulta inviable, según la propia concejala de Territorio, Ana Oregi (PNV). La operación, por lo tanto, tiene ahora dos frentes abiertos: por un lado, el acuerdo con Lakua para ceder la titularidad de los pisos a cambio de que Alokabide asuma su rehabilitación, y la vertiente de aprobar el Plan General para proceder a la renovación de los cinco bloques.

Este nuevo escenario implica un considerable retraso en la puesta a punto de las viviendas. Al margen del acuerdo con el Gobierno vasco, que parece perfilado, el Ayuntamiento debe dar el visto bueno inicial al Plan General el próximo mes, aunque todavía no cuenta con los apoyos garantizados para sacarlo adelante. La aprobación definitiva, sin embargo, no llegaría al menos hasta un año después, a lo que habría que sumar los plazos de la profunda rehabilitación, tanto interior como exterior. Según algunas fuentes, la inversión requerida «supera con creces el millón de euros». Esto implica que, en el mejor de los casos, los pisos no serán aptos para el alquiler al menos hasta 2024.

«Está costando sacarlo adelante. Algunas modificaciones son particularmente complicadas», ha subrayado Oregi, quien ha recordado que «el Plan General actual no da más de sí y responde a un modelo caduco y agotado». Los partidos de la oposición EH Bildu y Elkarrekin Podemos, sin embargo, le reprocharon los retrasos a la hora de poner en marcha el proyecto. «Ahora resulta que esos pisos están empantanados a la espera del Plan General», ha afirmado el concejal Xabier Ruiz de Larramendi (EH Bildu), quien ha acusado a los partidos del gobierno (PNV-PSE) de «marear la perdiz»,. Por su lado, Óscar Fernández (Berdeak Equo) ha recordado que el asunto colea desde «hace más de cuatro años», y ha lamentado que ahora se encamine a la «vía larga de la revisión del Plan General».