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Ni el final de las restricciones, ni las olas de calor que han achicharrado a Vitoria por encima de los 40 grados han llenado este verano las piscinas de Mendizorroza y Gamarra. Es verdad que a la temporada de baño aún le queda cerca ... de un mes por delante, pero la cifra de usuarios advierte, por ahora, de una evidente caída en la entrada a estas instalaciones, que desde su apertura para la campaña estival han recibido a 450.370 personas (a fecha de 15 de agosto). En 2019, el anterior año sin limitaciones por la pandemia, más de 502.000 se habían dado un chapuzón al aire libre a estas alturas del calendario.
El descenso de abonados a las instalaciones municipales a raíz del covid y el éxodo de vitorianos durante las vacaciones estivales, mayor este año tras dos veranos de planes atrasados, pueden explicar esta menor afluencia a las piscinas de Mendizorroza y Gamarra. A las primeras han acudido 253.405 usuarios desde su apertura el 27 de mayo, mientras que las segundas han atraído a 196.965 desde que empezó la temporada, una semana más tarde por las obras que se ejecutaban en sus piletas olímpica e infantil y la sala de bombeo y depuración tras los daños sufridos en las últimas inundaciones. El cierre de la campaña les llegará el 18 y el 11 de septiembre, respectivamente.
La meteorología influirá en buena medida en la entrada que registrarán ambos complejos hasta entonces. De hecho, los bañistas se multiplicaron durante los episodios de calor, que marcaron el récord de accesos en una jornada de esta temporada. En Mendizorroza se registró el 15 de junio (con 8.392 usuarios y 35,8º de máxima en el termómetro) y en Gamarra se dio el 17 de julio (con 9.122 y 40,1º). Los vitorianos, y también los vecinos de otras ciudades del entorno, acudieron en masa a las piscinas durante la sofocante ola de mediados del mes pasado y la prueba es que esos días -del 9 al 18- hasta 131.593 personas se refrescaron en estas instalaciones, alrededor del 30% del total que ha entrado desde el inicio de la campaña estival.
Esta temporada, que se alargará más de cien días, ha supuesto la vuelta a la normalidad también a las piscinas descubiertas, donde ya no existe límite de aforo, una restricción que redujo el número de bañistas a poco más de 312.000 en 2021. Sí se mantiene este verano la obligatoriedad del gorro o la posibilidad de consultar la ocupación real tanto en pantallas como en la web municipal. Y, además de la intervención realizada en Gamarra, los usuarios se han encontrado este año con otras novedades como la ampliación del horario de Aquamendi (Mendizorroza) hasta septiembre o el estreno de toboganes y juegos en la pileta infantil exterior del complejo del paseo de Cevantes.
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