Los 27 pioneros de la transformación de Vitoria

Aquella ciudad de 181.000 habitantes y las posteriores decisiones que consolidaron su actual carácter emergieron en el emotivo acto celebrado en el Palacio de Villa Suso, donde el alcalde Gorka Urtaran agasajó a un representante de cada grupo político de la primera Corporación municipal. El regidor se dirigió al centenar de asistentes, y en especial a los doce exediles que pudieron acudir al encuentro -otros catorce han fallecido, entre ellos su madre, María Jesús Aguirre-, para reconocerles con emoción que «sentasteis las bases del desarrollo social, económico y medioambiental de nuestra ciudad. Disteis los primeros pasos de la política que se hace en contacto directo con las personas. Hoy Vitoria es moderna gracias a vuestro trabajo».

Aquel equipo estaba formado por ediles tan dispares como cómplices a la hora de pasar la página del franquismo y transformar la ciudad. Allí surgió el germen que en mandatos posteriores cimentó la Vitoria social, la de la ayuda a domicilio, la de los centros cívicos o las medidas pioneras como el Registro de Uniones Civiles.

Así lo recordaron los representantes de las cuatro formaciones que conformaron aquella primera Corporación, liderados por José Ángel Cuerda. Quien fuera alcalde durante 20 años lanzó «un gran abrazo emocionado» a sus excompañeros y reivindicó que Vitoria «debe ser una creación colectiva. Debe ser integradora, culta, cooperadora y sostenible. Debe basarse en tres valores: libertad, igualdad y dignidad. Y en otros tres principios estratégicos: solidaridad, educación y participación».

Por su parte, Alfredo Marco Tabar (UCD) «echó en falta» un agradecimiento a las corporaciones que impulsaron Vitoria poco antes de 1979 «y además gratis et amore». Quien desde 1995 ingresara en las filas del PP recordó la violencia de ETA. «Sentíamos auténtico temor», recalcó.

Luis Alberto Aguiriano (PSOE) subrayó que sus 4 años de concejal fueron «los más gratificantes en mi vida política» porque las decisiones tenían un efecto «inmediato» y generaban debate ciudadano. «Tengo el recuerdo de que muchas cosas se aprobaban por unanimidad. Supimos anteponer el interés de la ciudad al político». Severino Rodríguez de Yurre (HB) rememoró aquellos días «difíciles pero interesantes» en los que sufrió una «decepción» que todavía le dura. A su juicio, la democracia «no llegó realmente a nuestro país».