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La salida de un piso de VPO al mercado libre es una oportunidad de obtener beneficios tan legal como intentar sacar lucro de una vivienda privada. El límite lo pone la razón y por encima de esta, el mercado. Pero siempre se puede intentar.
En ... el barrio de Lakua hay un caso llamativo. Se trata de un inmueble ubicado en la calle Tarragona. El anuncio lo describe como una vivienda «sujeta al régimen General de Protección Oficial» para a continuación detallar que esta expiró en junio de 2021. Consta de «65 metros cuadrados, 3 dormitorios, salón, terraza y 2 baños, con ascensor a cota cero, camarote, garaje con acceso directo y calefacción de gas. Altura y buena orientación». Según el anuncio, está en «buen estado» y su precio es de 325.000 euros.
Antes de 2003, los precios de las VPO en la zona rondaban los 1.000 euros el metro cuadrado, si se le añaden los gastos legales y algunos extras por altura, por ejemplo, en su momento pudo rondar los 120.000 o los 140.000 euros. «Lleva varios meses en venta y por ese precio y en un barrio como Lakua, en el que hay tanta VPO, no creo que se venda», valoran desde la inmobiliaria Perales Digital.
El caso no es tan llamativo, ni mucho menos, como el que saltó a los medios de comunicación hace pocas semanas. El objeto de la polémica fue un inmueble ubicado en San Sebastián cuyo propietario lo ha puesto en venta por 637.000 euros. Está situado en un edificio construido por el Ayuntamiento en el solar que dejó libre el antiguo campo de fútbol de Atotxa y forma parte de una promoción levantada en 2002, es decir, menos de un año antes de que el Gobierno vasco impusiera la obligatoriedad de que todas las viviendas protegidas lo sean de por vida. Así que su propietario lo puede poner al precio que quiera, eso sí, Mario Yoldi desvela que el piso en cuestión está afectado por el derecho de superficie a 75 años. Es decir, «que pague lo que pague, su nuevo dueño solo podrá serlo hasta 2077, es decir, durante 55 años».
Posteriormente, la titularidad del inmueble revertirá de nuevo en el Consistorio, en este caso en su Sociedad municipal de Vivienda, Etxegintza. Yoldi insiste en que, con la legislación en la mano, su Departamento no puede evitar estos intentos de «pelotazo», pero remarca la importancia de que el posible comprador tenga en cuenta que va a adquirir una «propiedad temporal, y que eso debe reflejarse en el precio». El vendedor ya indica en el anuncio que ha publicado que se trata de un piso con 'derecho de superficie' durante 75 años.
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