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La pesca pone a prueba la paciencia y las dotes de estratega de los pescadores. Conocer a su presa, buscarla en los lugares que habita, colocar bien la caña, elegir el señuelo y saber manejar el freno del carrete... Es un arte que en zonas ... sin costa, como Álava, ha ido perdiendo aficionados en los últimos años. Aunque hay cotos para la pesca de la trucha y tramos libres en los que poder capturar carpas y barbos, la Diputación alavesa apenas expide 6.500 licencias al año. Pero hay brotes verdes para la pesca deportiva en aguas dulces, sobre todo en la del embalse de Ullibarri-Gamboa, el de mayor tamaño de Euskadi. La presencia en sus masas de grandes e invasivos depredadores como el lucio, las luciopercas, el black pass o la perca fluviatilis que pueden alcanzar tamaños considerables atrae desde hace algún tiempo a un nuevo tipo de turismo hacia el territorio.
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Pescadores de otras comunidades como Castilla y León cogen de vez en cuando sus cañas para probar suerte y tratar de atrapar alguna buena pieza.Las orillas, sobre todo, los fines de semana, se salpican de pescadores autóctonos y alóctonos. Yultimamente asisten al auge de la pesca en kayak. Aficionados de alemania, Polonia, Suecia y Finlandia se desplazan al norte de España en invierno sólo para eso, confirman miembros de las asociación alavesa de guardas forestales Arabako Basozainak. Aunque no son muchos, se encargan de informar y asesorar a los recién llegados. Y también de recordarles la norma que impide capturar sin especies pequeñas o usar cebo vivo y que obliga a sacrificar a las invasoras para frenar esa voracidad suya que ha hecho ya por ejemplo que apenas queden truchas en los embalses. «La mayoría de la gente cumple las normas», confirman los guardas.
6.766licencias ha tramitado la Diptuación alavesa en el último año.La orden de pesca se ha prorrogado hasta marzo.
10,30euros cuesta la tasa por sacarse la licencia. Los jubilados tienen bonificación y son 3.356
Buscan capturar una pieza grande. Y los kayak se han convertido en grandes aliados. Están equipados con sondas de pesca, cañeros, red, remos, salvavidas y se manejan a pedales. Y cada vez que se utilizan son desinfectados para evitar la propagación del mejillón cebra, otro invasor, explica Iván Cantabrana. Gestionaba la única tienda especializada en pesca que quedaba en la ciudad y ha decidido reorientar un negocio que alcanza su punto álgido cada fin de semana. Cantabrana es además guía y él mismo ha capturado algunos de los más fabulosos ejemplares de lucios, los más abundantes en el embalse.
Un pez con cierta envergadura, de los que cuesta sudores fríos sacar a superficie, puede rondar los 12 o 13 kilos, según relatan veteranos pescadores alaveses. Aunque se ha llegado a pescar un lucio de casi 20 kilos, lo normal es que uno se vaya a casa con piezas más 'normalitas'. Vamos, no tan espectaculares como las que atrapa Jeremy Blade, el pescador del famoso reality 'Monstruos de Río'.
Es la experiencia que tiene al menos Unai Zubia. Con sólo 25 años ya se maneja con soltura con los carretes, los sedales, las cucharillas, los spinners, los pikies y todo el argot del buen pescador. Planta su caña (no más de dos) en los rincones que ya conoce y mientras espera que pique algo da un paseo con la naturaleza si ese día no le acompaña ningún amigo. «En kayak es más entretenido. Tiene sonda y vas detectando por donde andan». Sus mayores trofeos han pesado cuatro kilos. Ysi son invasores nunca los devuelve al agua. «Está prohibido», sentencia.
«Los embalses son sitios con una gran cantidad y calidad de especies de pesca deportiva y eso hace que mucha gente venga a disfrutar y pescar», explica Joseba Ribero, presidente de la recién refundada Federación Alavesa de Pesca a la que pertenecen 175 socios. Cree, no obstante, que la normativa que obliga al sacrificio de especies invasoras es un obstáculos para muchos amantes de esta modalidad de pesca sin muerte. Y se plantea por ejemplo si los lucios, convertidos en la estrella indiscutible de las aguas dulces alavesas, pueden seguir considerándose especies exóticas después de más de 50 años de presencia en la provincia.
as incesantes lluvias de diciembre obligaron a hacer un desembalse y eso dejó al descubierto dos enormes botrinos en Ullibarri-Gamboa. Dos barbos de Graells se habían quedado atrapados en este aparejo con forma de cono. «Es la primera vez que nos encontramos con un sistema de este tipo, pero antes ya habíamos localizado trasmallos», explica la Asociación Profesional de Guardas Forestales sobre redes de tres capas que no son legales para los pantanos. También se ha detectado el uso de cebo vivo para atraer a grandes ejemplares, algo que está prohibido.
Episodios que, en todo caso, son puntuales porque «la inmensa mayoría cumple con las normas», sostienen.
Son cuestiones que el colectivo quiere abordar con las instituciones, pero le preocupa también la falta de relevo. La mitad de las licencias están en manos de jubilados que tienen tasas bonificadas y escasean los jóvenes. «Esto es un deporte, hay que estar preparado y tener conocimientos. Cumplimos un papel en la defensa de las especies autóctonas al capturar a las invasoras que depredan todo. Nos planteamos hacer cursillos o escapadas para animar a los chavales», defiende.
En el embalse de Ullibarri-Urrunaga aún conviven carpas y barbos con las especies alóctonas, pero por su mayor tamaño, éstas son las más perseguidas. Así, según tublogdepesca.com «es uno de los mejores lugares del mundo para pescar fluviatilis record». Esto es, de más de 2,5 kilos. La publicación advierte de que las esquivas luciopercas están desplazando a los lucios. Batallas de fondos pantanosos.
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