Pérgolas en el patio de las haurreskolas para poder usarlo durante todo el año

Las dos primeras actuaciones en este sentido cuentan con un presupuesto de 70.000 euros y el objetivo de cara al futuro es estabilizar esa partida para ir incorporando mejoras paulatinamente en todos los centros. «En los últimos años ha ido cambiando la forma de utilizar los espacios exteriores de las escuelas infantiles dado que se ha constatado que el uso de los patios es beneficioso para el desarrollo del alumnado en su primera infancia», apuntan desde el Departamento de Educación y Cultura. A esto hay que sumar el cambio climático y el aumento de episodios meteorológicos adversos: más calor y lluvias más fuertes.

En este contexto, el Consistorio se ha propuesto colocar pérgolas en los espacios exteriores para que estos se puedan utilizar en más ocasiones. «Hay que tener en cuenta que el curso escolar finaliza en torno al 20 de julio, por lo que las pérgolas servirán para proteger al alumnado durante los meses de junio y julio. Pero además, permitirán hacer uso del patio en los días de lluvia», trasladan desde Educación. Vitoria cuenta ahora mismo con un proyecto de naturalización de los patios a través del que se están plantando árboles en los patios de los centros educativos. «Sin embargo, el crecimiento de los árboles es lento, por lo que se ha visto la necesidad de complementar ese programa con la puesta en marcha de medidas que generen zonas de sombra a corto plazo».

Estas infraestructuras se realizarán con postes circulares de acero galvanizado fijados mediante bases de anclaje a zapatas de hormigón. La estructura superior estará compuesta por vigas y pares de madera de abeto a la que se le aplicará una protección frente a la lluvia. Sobre la madera se colocarán placas de policarbonato celular que podrán ser de diferentes colores.

El proyecto para la escuela infantil de Zabalgana tiene un presupuesto de 37.897,59 euros y la pérgola tendrá unas dimensiones de 10,50 por 8 metros. La instalación se realizará a finales de este mismo año. Tras esta experiencia y la de Sansomendi se analizará el resultado junto a la comunidad escolar para, si la conclusión es positiva, ampliar el proyecto al resto de centros.

«Nuestros txikis pasan muchos años en los centros educativos, allí se forman y crecen. Por eso es fundamental crear lugares acogedores, atractivos y garantizar el bienestar del alumnado en espacios que se puedan usar todo el año», traslada Sonia Díaz de Corcuera, concejala de Educación y Cultura.