Los peatones de Vitoria piden semáforos y desplazar pasos de cebra para hacerlos más seguros

Han pasado trece meses desde que Irene, una vecina de 14 años de Zabalgana, perdiera la vida de camino al instituto en un paso de cebra de la avenida de las Naciones Unidas. «Desde entonces hemos estado trabajando con el Ayuntamiento en la mejora de varios puntos, pero aún quedan zonas peligrosas», explica Alain Larreina, de Zabalgana Batuz. Por ejemplo, uno de los pasos de cebra de la calle Iruña Veleia, camino natural de los alumnos del colegio de Mariturri cuando, tras terminar las clases, juegan en el parque infantil de Reina Sofía. El problema de los coches que circulan demasiado rápido en su camino al polígono de Júndiz sigue afectando al barrio. «En el último paso de Naciones Unidas antes de llegar los pasos de cebra están elevados pero a los conductores les da igual. Sería mejor que tuvieran la sensación de no poder correr en toda la calle y bajar la velocidad a 30 km/h», valoran desde la asociación. El Ayuntamiento ya ha anunciado que las primeras medidas de calmado de tráfico allí están en marcha.

Algo similar ocurre en la rotonda de Esmaltaciones, en Adurza. «Cuando los vecinos cruzamos para ir desde el barrio a la zona del Mercadona los coches van a toda prisa y no nos ven, en especial por la noche. Algún día va a pasar algo», lamenta Rosana, una vecina de la zona.

En Sansomendi, los conflictos entre vehículos y peatones están más relacionados con la visibilidad que con la velocidad. «En Paula Montal la parada del bus, contigua a un paso de cebra, tapa la salida de un garaje y ya ha habido accidentes», explica Julio Baceiredo, de Sansomendi Kaleartean. Unos metros más allá, frente a un colegio, los coches acostumbran a tirar los pivotes situados alrededor del doble paso de cebra y eso resta visibilidad. Pero uno de los sitios que más entristece a Baceiredo se encuentra en el 50 de la calle Antonio Machado. «Ahí aún puede verse un ramo de flores y una bicicleta en honor a un ciclista fallecido. Existe un paso ciclista que conecta el carril bici que va por la mediana, pero no se ve bien», explica. Bizikleteroak reivindica la necesidad de señalizar verticalmente estos pasos desde su fundación en 1999. «Ayudaría a reducir riesgos en varias zonas», afirma Paniagua, quien califica Vitoria como «una aventura para ciclistas y peatones».

Antonio Machado también alberga otro punto peligroso. El número 17 es uno de los que más accidentes graves concentró entre 2016 y 2017, según un informe de la Policía Local. «Faltan semáforos en el barrio, sólo los hay cerca del centro comercial Lakua. Hay quienes saltan entre los coches y sobresaltan a los conductores, hace falta más presencia policial», reclama Patxi Sosoaga, presidente de la asociación de vecinos de Lakuabizkarra e Ibaiondo.

Y mientras la ciudad mejora y pone pivotes y aparcabicis frente a los cruces peatonales -algo que facilita la conducción segura, destaca Izaskun López de Sosoaga, presidenta de la Asociación Alavesa del Taxi-, nuevos pasos de cebra se incorporan a sus calles. Un ejemplo es el instalado en la calle Magdalena, entre la parada del tranvía y el colegio. «Si sales de la escuela y te quedas entre calzada y vías mientras pasa un convoy con los niños y el carrito se genera una situación peligrosa», protestan algunos padres.