Vitoria peatonaliza el entorno de Santa María y se prepara para sacar los coches de la 'almendra'

La intervención se centra sobre todo en dos puntos concretos: en el corte del cantón de Santa Ana a la altura de Las Escuelas, que libera espacio en la zona central de la 'almendra', y del acceso a la plaza Santa María desde Fray Zacarías Martínez. Desde esta vía también se prohibirá la circulación a las calles Palacio y Sociedad Bascongada de los Amigos del País, cuyas plazas de aparcamiento se perderán. De forma complementaria, el cantón de las Pulmonías sufrirá un cambio de sentido. El objetivo que persigue el Ayuntamiento es «preservar la plaza de Santa María de la invasión de los vehículos a motor».

Las inminentes medidas se suman al corte parcial y el cambio de sentido de Santa María el pasado noviembre. Desde entonces, el Ayuntamiento había reducido de forma drástica los 'atajos' para atravesar la ciudad o dirigirse hacia Aldabe, que ya se eliminan por completo. Es decir, el Gabinete Urtaran ha aplicado modificaciones para que entrar al Casco Medieval sólo merezca la pena a quienes se dirigen a un punto concreto de él. De hecho, hace apenas dos meses, la velocidad máxima de las tres calles más elevadas (Fray Zacarías, Las Escuelas y la propia Santa María) se redujo aún más. Fue el preámbulo de la eliminación del tráfico.

La intervención que se realizará mañana, no obstante, también se traducirá en una pérdida de aparcamientos por el cierre de los accesos de los vehículos a las mencionadas calles y, por tanto, su impacto en algunos tramos de los cantones. Fuentes del departamento de Movilidad cifran en apenas «una decena» las plazas de estacionamiento que se suprimirán con estas medidas. En paralelo, la calle Cuchillería cambiará de sentido tras el cruce del cantón de Santa Ana, de forma que los vehículos saldrán del Casco Medieval a través del cantón de la plaza Bilbao. Para acceder a los aparcamientos del cantón de Santa María, mientras tanto, los conductores deberán hacerlo por la calle Txikita.

El Ayuntamiento confía en que estas modificaciones atraigan nuevas actividades y devuelvan el espacio público a los peatones. «Los vehículos que accedían a este barrio lo hacían, además de por necesidades ineludibles, para buscar aparcamiento e itinerarios de paso de una a otra zona de la ciudad. Este proyecto pretende liberar de vehículos la parte alta de la colina y el entorno de sus elementos más atractivos, impulsando espacios seguros de convivencia y encuentro», aseguró el concejal de Movilidad, Raimundo Ruiz de Escudero (PNV).

De hecho, en la hoja de ruta del departamento de Movilidad y Espacio Público figura el cierre del tráfico a todo el Casco Medieval antes del final de la legislatura (2023). No obstante, todavía se trata de poco más que una declaración de intenciones, ya que se encuentra en proceso de definición por parte de los servicios técnicos. En cualquier caso, el cierre contemplaría excepciones como las furgonetas de reparto y de carga, así como los vehículos de emergencias, Policía Local, Ertzaintza, ambulancias y Bomberos.

El Ayuntamiento, no obstante, fijó el inicio de la regeneración del Casco Viejo en el entorno de la plaza Etxauri, donde proyecta una zona de juegos infantiles (Haurren Auzoa) para el próximo año y, ahora, un entorno de uso casi exclusivo para peatones.