Pascal Gómez Presidente de SEA Empresas Alavesas

«Todos los salarios son de calidad, están en convenio y se aplican para todos»

En los últimos días se han intensificado las reflexiones de representantes políticos y empresariales sobre los sueldos de los jóvenes. ¿Son demasiado bajos y les impiden emanciparse? El presidente de la patronal alavesa, Pascal Gómez, que este mes se despide de SEA tras 14 años al frente, no rehuye el debate y recuerda que los salarios son los «pactados en los convenios, acordados por empresas y sindicatos». No le gusta que se hable de retribuciones bajas, «son todas de calidad y tenemos el salario medio más alto de España». En un momento de incertidumbre por la desaceleración de Europa destaca las fortalezas de la economía alavesa por su diversificación y reclama agilidad a la administración y poner coto al absentismo para no perder inversiones como la de Amazon en Aragón.

- ¿Va la economía como un cohete como dijo Pedro Sánchez la semana pasada o se nota el frenazo de la industria europea?

- Es cierto que en Álava, al tener una actividad en muchos campos como el automóvil, la aeronáutica, el vidrio, la siderurgia, o el tubo tenemos una situación positiva. Pero no podemos olvidar que para mantener la competitividad en los mercados internacionales los márgenes comerciales están sufriendo y eso sí nos lleva a preocupación.

- La empresa sigue generando empleo, pero ¿le preocupa que no sea de calidad?

- No me gusta la palabra, eso de que no hay empleos de calidad. Los salarios son los que se firman en los convenios y si se ha firmado es que está acordado con la parte social, entre sindicatos y empresa. Por lo tanto, todos los salarios son de calidad. En Álava la retribución media es la más alta de España y tenemos todos los convenios activados incorporando el del sector del Metal después de 35 años. El compromiso empresarial es máximo.

- Entonces, ¿no comparte la reflexión que hizo el presidente de Kutxabank reclamando salarios más altos para los jóvenes y evitar así que se vayan?

- No hay unos que ganen más que otros, el convenio se aplica a todos. Entiendo que ahora los tipos de interés están más altos y eso afecta a los préstamos hipotecarios y dificulta el acceso a la vivienda. Pero, de verdad, no es un problema salarial. Es cierto que hay mucha competitividad entre los jóvenes y hay que trabajar mucho, esa es la situación.

- Sin embargo, uno de los principales retos para las empresas es dar con perfiles profesionales concretos. Van a ir a América en una misión con Confebask a ficharlos.

- Sí, viene de largo. Estamos desarrollando un proyecto piloto. Algo que no es nuevo, ya lo hicimos hace años en Rumanía para traer soldadores. En esta ocasión es de todos los perfiles: ingenieros para el desarrollo de inteligencia artificial o formación profesional.

- ¿Y con la problemática de los jóvenes no hay cantera aquí?

- Hemos hecho un diagnóstico de necesidades para trasladar lo que necesitamos y para que si un joven se quiere quedar aquí sepa cuál es la demanda. Pero después de todo eso, si no encontramos los perfiles, nos vemos obligados a recurrir a la búsqueda fuera para hacer las contrataciones en origen.

- Se ha referido antes al convenio del Metal y hace un año pronosticaba una mejora de la conflictividad social en Álava ¿Cree que ha sido así?

- Por supuesto. Y haciendo bagaje de estos años, la paz social ha sido nuestra principal preocupación. Están todos los convenios activados y quiero dar las gracias a UGT, Comisiones Obreras y también a LAB por la firma en el Metal. Es fruto de todos. Es muy importante tener una ciudad tranquila.

- ¿Y el absentismo?

- Estamos muy preocupados, se puede convertir en la mayor crisis económica que hemos padecido en muchos años. Y el problema es que nace en nuestra propia casa. No es como otras crisis que están generadas por la energía, por una guerra o por la caída de un sistema financiero en Estados Unidos. En esto no va a venir el Fondo Monetario Internacional a resolverlo, es algo que nace en las casas, en la administración, en las empresas o en nuestras calles. Necesitamos a la sociedad en su conjunto.

- Aragón acaba de adjudicarse una inversión de Amazon de 15.700 millones. ¿Nos estamos durmiendo?

- Creo que hay que analizar la foto que tenemos en la mesa. Y lo que veo es que el entorno, en Aragón también, tienen Planes Generales de Ordenación del suelo de hace dos o como mucho cuatro años. Y aquí llevamos 23 años sin un Plan General normalizado. Ha habido tres alcaldes, tres partidos: PNV, PSE y PP; y no han sido capaces. Por otro lado, la alta velocidad ferroviaria llegó a Sevilla en 1992 y aquí han pasado 32 años y no la tenemos. Y, volviendo al absentismo, en Aragón es del 5,8%, en Euskadi estamos en el 10%. Tenemos cosas buenas, pero también mucho que mejorar y si vamos resolviendo estos problemas seremos apetecibles para grandes inversiones.

- La alcaldesa socialista Maider Etxebarria ha logrado el apoyo suficiente para sacar adelante la aprobación inicial del nuevo Plan General. ¿Por qué está decepcionado?

- Es que lo decía el diputado general: se han ido once proyectos. Y se pueden atender las necesidades del campo y hacer polígonos industriales, no son excluyentes. En cuanto al último acuerdo, hemos aportado y con diálogo lo iremos resolviendo. Era una necesidad muy importante por la inversión de Mercedes y para la instalación de las empresas auxiliares.

- ¿Cree que las palabras del ministro de Transporte señalando que es difícil acometer todos los soterramientos suponen incumplir el acuerdo con Vitoria?

- Me suena más a otro retraso en la alta velocidad. Han pasado muchos ministros de Fomento, he visto de todo y lo que sí sé es que no hay una fecha exacta para la llegada a Vitoria y a Euskadi. Tenemos que defenderlo desde aquí y recordar que para que llegue a Bilbao y a Donosti tiene que pasar necesariamente por Vitoria.

- Las fundaciones bancarias propietarias de Kutxabank, entre ellas la Vital, atesoran mil millones sin invertir. ¿Deberían hacerlo en las compañías de aquí?

- Las fundaciones son las dueñas de un banco y cobran dividendos por las ganancias que generan sus clientes, entre ellos las empresas. Por lo tanto, entiendo que es de sentido común que la acción de las fundaciones sea también sobre las empresas, que permitan crear riqueza.

- Las diputaciones afrontan este año una reforma fiscal. ¿Espera grandes cambios? ¿Cree que podríamos emplear más el Concierto?

- La fiscalidad es la mayor herramienta de competitividad de nuestras empresas, nos permite reinvertir e internacionalizarnos. Y tenemos esa herramienta en Euskadi, por eso les pido a las diputaciones que sean valientes. Creo que bajar los tipos y dulcificar los impuestos no significa recaudar menos, se genera más actividad y, por lo tanto, más recaudación. Tendríamos que volver a utilizar esa herramienta.

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