«Pasamos de pagar 400 euros por dos habitaciones a 200 por una casa»

La perra Coca, Mikel Diéguez y Ainhoa Lauzurica han cambiado su casa compartida en la calle Las Escuelas de Vitoria por una casita en la calle Las Escuelas de Lagrán. Han cambiado de código postal, pero también de forma de vida. Desde que llegaron a este pueblo de la Montaña Alavesa han ganado en tranquilidad. Respiran mejor. Y no sólo por ese aire puro que llega de allá arriba, de la Sierra de Cantabria. Las facturas, los recibos, los pagos aprietan bastante menos aquí, en su nuevo hogar montaraz, que allá, en la ciudad. «Hemos pasado de pagar 400 euros por dos habitaciones en un piso compartido a 200 por una casa», asegura Mikel.

La Junta Administrativa, propietaria del bar en el que trabajan Mikel y Ainhoa, les ha cedido la antigua escuela del pueblo por un módico alquiler. Ellos la han convertido ya en su hogar. Ainhoa hasta le ha permitido montar un vestidor, con una zona para hacer yoga y un despachito desde el que trabaja en su proyecto de huertos ecológicos verticales y de interior, una genial idea que compagina con su trabajo en el bar.

«El de la vivienda es un gran problema cuando decides mudarte a un pueblo: no hay tantas casas disponibles y menos en alquiler», asegura Ainhoa. A cambio de su ventajosísimo alquiler, ellos se comprometen a mantener el bar del pueblo con vida, abierto también los días de labor incluso los inviernos. Ganan ellos y ganan en Lagrán.