La tramitación de los primeros parques eólicos de Euskadi en 17 años se acerca ya a su recta final. Las centrales de Azáceta y Labraza han obtenido ya las últimas aprobaciones administrativas y sólo tienen pendiente la licencia de obra para empezar su construcción. Por ... el camino, ambas infraestructuras han sufrido muchas modificaciones, pero la de este martes es una de las más significativas en el parque de Azáceta. Su afección al radar meteorológico de Kapildui va a hacer que Iberdrola financie parte de un nuevo dispositivo para Euskalmet.
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Así lo han confirmado fuentes del ente público consultadas por EL CORREO, que aseguran que la operación, lleva tras de sí varias semanas de encuentros entre la firma de Sánchez Galán y Lakua. Ahora mismo el Gobierno autonómico se encuentra estudiando distintas ubicaciones para el nuevo radar.
La nueva infraestructura no tiene todavía decidida una ubicación, aunque a priori Gipuzkoa es el territorio mejor posicionado para acoger ese nuevo radar. «Podría ser una buena opción» se limitan a señalar fuentes del Ejecutivo. El de Kapildui, en cualquier caso, pese a recibir ligeras «distorsiones», seguirá operando mientras funcione. Ahora mismo esa infraestructura tiene 15 años de antigüedad, con solo tres más, en teoría, de vida útil, aunque seguirá funcionando mientras se pueda usar.
El radar de Kapildui forma parte fundamental de las labores de vigilancia del Gobierno. Es capaz de detectar precipitaciones en 300 kilómetros a la redonda de Euskadi y dos horas antes de que lleguen a la comunidad autónoma. Además es de los pocos capaz de determinar qué tipo de precipitación está cayendo -si es solo lluvia o si se trata de nieve o granizo- gracias a una tecnología (polarización dual) que le permite emitir ondas en dos direcciones.
Antes de la instalación de ese radar toca, en cualquier caso, un proceso que llevará unos cuantos meses más de negociación y de análisis para determinar dónde y cuándo estará instalado ese nuevo radar, que ya se tenía en mente antes de la llegada del parque eólico.
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Este último cambio provocado por Azáceta se suma a un amplio historial de modificaciones. Sobre la central renovable se han planteado opciones que han pasado desde mover algunos aerogeneradores a pintar algunas palas de negro para alejar la posibilidad de daños a las aves.
Finalmente, con esta última autorización administrativa, el Gobierno ratifica el movimiento de tres molinos junto a otra medida más para proteger a la fauna: entre mayo y octubre las palas de los aerogeneradores estarán paradas durante cuatro horas y media siempre que haya más de 15 grados y el viento sea flojo. Esos tramos horarios, según se recoge en la declaración, serán los 30 minutos previos y las cuatro horas posteriores al atardecer. De partida, la propuesta del Ejecutivo autonómico sólo contempla imponer la medida esos meses, aunque no descarta extender el parón hasta noviembre.
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El parque alavés cuenta ahora con seis meses para pedir la licencia de obra y dos años para ponerse en marcha. Con 40 MW de potencia repartidos entre ocho aerogeneradores de Siemens Gamesa y de unos 180 metros de altura, la previsión es que anualmente la infraestructura de Iberdrola y el Ejecutivo autonómico sea capaz de producir un total de 109.876 MWh, el equivalente al consumo energético anual de unos 35.000 hogares.
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