PAPIROFLEXIA

Pero no desisten el regidor y su equipo de comprometerse a las mutaciones urbanísticas necesarias que colocar en el cebo de la caña de pesca. A quienes mandan en el Ayuntamiento les queman tantos metros cuadrados golosos sin colocar con los que hacer masa en la caja y parecen dispuestos a dibujar tirabuzones apetecibles desde el trampolín de los saltos o componer un gustoso menú por la táctica de procurar comida a la carta. Se trata de una superficie grande de propiedad pública que la Corporación pretende traspasar a la iniciativa privada a cambio de pasta y, se supone, sin ánimo de malvender a la baja.

A partir de la noticia caben las interpretaciones, por supuesto, incluidas las procedentes de mente calenturientas y cándidas cabezas pensantes. Pero no hace falta tirar muchos penaltis ni lanzar demasiados tiros libres para concluir que al conjunto que adiestra Gorka Urtaran podría apetecerle un «sí, quiero» de Querejeta frente al altar civil donde se registran los trueques. Me da que tampoco a ustedes se les ocurren organizaciones, así en plural, al margen de la que funde los colores blanco, azul y granate con espaldas suficientes para sujetar tamaña operación. Desde luego ninguna con el peso específico de quien ostenta el deporte profesional en Vitoria.