La pandemia no altera la agenda de Loli García

La poeta llevaba unos tres años de trabajo con un conjunto de poemas que sobrepasaba el centenar. «En su momento, se los mostré a Elisa Rueda, que a través del festival Poetas en Mayo ha creado una plataforma para la expansión y la popularidad de la poesía», recuerda quien ha tenido una relación intermitente con el género.

Y es que Loli García es una 'baby boomer' que puso por escrito su sentir poético de adolescente, más tarde lo dejó y no recuperó esa faceta hasta los años 90. «Fue en 2017 cuando, como quien dice, salí del armario con mis poemas», detalla como parte de un proceso en el que Rueda «ha sido el hada madrina y la guía».

Incluso en aquellos primeros momentos, «para pasar de los versos escritos a mano al ordenador», como un arranque de lo que hoy es el libro. Para ello, García ha hecho una fuerte criba en la que se ha quedado con medio centenar de poemas, que ha prologado Elisa Rueda. «Ella lo califica de 'intimista'. Es una especie de viaje para contar una historia, a través de un hilo conductor», expone la autora.

García resume el trayecto como «partir de una situación con la que se quiere romper, para llegar a la plenitud, la libertad y la felicidad». Los motores de esta ruta son «el amor y el desamor», dentro de una reflexión sobre «una generación a la que se modeló mucho, en cuanto a 'ser buenos'. En la vida, nos vamos creando y puedes hacerlo no siendo tú misma, sino lo que otros quieren que seas», distingue quien invita a recorrer los tres capítulos del libro: 'Invierno', 'Primavera' -el que más poemas contiene- y 'Verano', ilustrados por Norber Martín.

La fecha de presentación estaba cerrada hace tiempo e iba a tener lugar en la sala de la Fundación Vital en Dendaraba, pero García ha contado con apoyos tanto para hacerla online como para crear la web comomariposasmuertas.com. E incluir en el poemario códigos QR, donde recita junto a las guitarras de Adrián Mora y Juanma Pascual.

Loli García advierte que, aunque reconoce y defiende como propia la poesía contenida en 'Como mariposas muertas', el tiempo y la experiencia tienen su inexorable peso. «Mi voz de hoy es otra. Soy otra Loli, no soy la de los años 90», se distancia. Y también lo hace con los frutos de una escritura en progreso que, tal vez, dé a conocer en un futuro libro de versos.