Los Juegos Olímpicos que se clausuraron el 11 de agosto fueron los primeros en los que la comunicadora Paloma del Río (Madrid, 1960) no ha puesto su voz. Con su retirada en 2023 -tras 37 años de actividad- se llevó consigo una distinción única; es la periodista española que más veces ha retransmitido estas olimpiadas; 16 en total. Además de hacerlo como altavoz del deporte femenino (con la gimnasia rítmica patinaje e hípica, principalmente), siempre se ha mostrado férrea defensora de aquellas disciplinas minoritarias.
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Toda esa desigualdad que ella notó desde su llegada a las redacciones, así como la evolución que ha experimentado es la que relatará hoy, a las 12.00 horas, en una conferencia en el Palacio Europa de Vitoria como parte del ciclo 'Periodismo a pie de calle'.
«El problema que yo he encontrado a lo largo de los años en el deporte femenino es que es flor de un día. Ocurre hoy, damos el resultado y mañana ya estamos a otra cosa. No hay una continuidad. Sin embargo, en el fútbol masculino sí: se sigue con anécdotas, con programas, con tertulias....», apunta Del Río. Entonces, ¿cómo se han logrado cambios? «Ahí nos han echado un cable muy grande las deportistas que han ido consiguiendo resultados, pese a todo lo que han tenido en contra, han ayudado a que los medios de comunicación abramos los ojos y nos fijemos en ellas», continúa.
Un caso cercano. La gimnasta vitoriana Almudena Cid. «Con ella me tocas el corazoncito», reconoce. Ambas han compartido desde 2011 las retransmisiones de la gimnasia rítmica olímpica. Y, antes de eso, «yo le he comentado toda su carrera. Es la única gimnasta que ha llegado a cuatro Juegos Olímpicos y ha disputado las cuatro finales. Tiene reconocimiento nacional», afirma. «Cuando hemos estado juntas, las niñas de 7, 8 o 10 años que ni si quiera estaban en proyecto cuando ella se retiró la abrazan, la cuidan, la mima. Eso tiene que tener un fondo debajo; el ser un icono», asevera.
Ahora bien, la propuesta de Del Río para atajar poco a poco esa desigualdad pasa tanto por modificar la cobertura mediática como por lograr ciertas modificaciones en las federaciones. «He visto presidentes que venían a defender sólo la emisión de deportes de la categoría masculina de su especialidad. Yo no me lo podía creer. Es como si tienes un hijo y una hija y sólo le das de comer al chico», expone.
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