El Palacio Zambrana de Salinas de Añana será un museo el año que viene

Los propietarios actuales, la familia Angulo, se hicieron con el edificio –que se comenzó a construir en 1695– de manos de sus herederos en 2008. La falta de ayudas postergó durante años su reforma. Este año, el edificio, que llegó a presentar serio riesgo de sufrir daños estructurales, cambiaba por completo su cubierta, una obra clave para evitar que continuara su deterioro. Ahora la llegada de una subvención pública permitirá recuperar buena parte del interior del palacio, que conserva multitud de elementos originales. Entre ellos, el suelo de ladrillo rojo, la cocina y las paredes, algunas decoradas con frescos y papeles de época. Así como para dotar la vivienda de suministro de luz y agua corriente.

El objetivo final es que el palacio pueda ser visitable el año que viene y sirva para poner en valor la contribución de las dos sagas que habitaron este inmueble al desarrollo económico de Álava y Añana. La familia Zambrana fue administradora real del Valle Salado, y Joaquín y José de Herrán fueron impulsores del extinto ferrocarril vasco-navarro.

Con este nuevo proyecto, los propietarios buscan contribuir a la oferta turística del pueblo con un nuevo espacio cultural. Este museo se sumará a la recuperación de la antigua muralla de la villa más antigua de la provincia y al Valle Salado, que espera nuevas inversiones de fondos europeos.

Una vez eche a andar el museo, su visita se hará a priori con cita previa, aunque también se prevé abrirlo en días señalados. En la visita a través de los diferentes salones y habitaciones se evocará cómo era la vida cotidiana de estas pudientes sagas familiares. Del mismo modo, se está desarrollando una 'app' específica para completar la experiencia. En octubre alumnos de la UPV tendrán la oportunidad de participar de un ensayo final. Previamente ya se han hecho pruebas para comprobar cuáles son aquellos rincones que despiertan mayor interés.

Pero este palacio de Añana no ha sido el único beneficiado. Otros cinco inmuebles pertenecientes a seis propietarios también recibirán ayudas a la rehabilitación de sus casas. Algunas de importante valor histórico-artístico como la Casona del Indiano (Llanteno), el Palacio Atxa (Respaldiza) o el Caserío de los Arrieros (Amarita). También un caserío en La Llana (Zuaza) y una vivienda de la calle Cuchillería.

La primera convocatoria de estas ayudas del Departamento de Cultura de la Diputación fue el año pasado y se recibieron 30 solicitudes, de las cuales se subvencionaron 13. Este año se presentaron siete más (37). Cuatro de los inmuebles contarán con la máxima subvención, 30.000 euros, otras dos de 7.232,31, y una última de 535,38.