Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Vitoria es una ciudad «con carácter» compuesta por multitud de comercios que la dotan de esa identidad. Entre construcciones con una apariencia cada vez más unificada, se distinguen puntos de venta que sobresalen por algún aspecto representativo. Eso que fija nuestra atención puede ser un ... neón, un rótulo con formas psicodélicas o que el interior de un establecimiento esté decorado casi en exclusiva con muebles de madera. «Ese orden arquitectónico está desapareciendo aceleradamente de nuestras ciudades», alerta el arquitecto Luis Fernández-Galiano.
Así pues, con el objetivo de defender los vestigios actuales de esa estética –propia de otro tiempo y transformada a causa de la globalización– este catedrático y director de la revista Arquitectura Viva ha publicado un libro con la documentación fotográfica que Javier Sánchez Bellver desarrolló durante finales de la década de los 70. En 'La belleza común. España tienda a tienda', se descubren más de un centenar de locales comerciales de todo el país que, en su mayoría, se han extinguido de nuestras aceras. La capital alavesa no es una excepción, y en el tomo se dedica espacio a tres lugares que otrora fueron emblemáticos. Se reconoce una frutería de la calle Correría ('Eguileta'), la entrada de un negocio en la Plaza de España y el cartel de una fachada en Siervas de Jesús.
Luis Fernández-Galiano
Arquitecto
«Los artesanos conseguían transmitir sus mensajes publicitarios con medios precarios, a la par que aportaban personalidad a las ciudades», expresa Fernández-Galiano. «El comercio artesanal va desapareciendo, las franquicias lo ocupan todo. Estas imágenes componen un paisaje con personalidad que la ciudadanía debería conocer», añade. Y lo cierto es que cada instantánea tiene su historia.
La frutería comparte protagonismo con otras de Oviedo, Pontevedra y La Coruña. El arquitecto habla de ellas como «bodegones comerciales» que anuncian sin apenas palabras la comida diaria. «Con esos alimentos tan bien colocados llegaban hasta los aromas del campo; se apelaba a la vista y al olfato», describe. ¿Qué hay de ese mobiliario en penumbra que acoge un negocio de Plaza España? «Las fachadas comerciales se abrían antes a la penumbra cálida de la tienda. Ahí se veía la belleza del ébano, que era un reclamo comercial y que hoy pocos defenderían», sostiene.
Respecto al cartel que muestra los nombres de Islandia, las islas Feroe y Terranova señala que «ésta era una forma de anunciar el bacalao, con los topónimos de origen, para componer un letrero elegante y rotundo». Ahora bien, ¿hay algún mensaje implícito en estas páginas? «Hay un deseo de que las instituciones aprecien estas señales emblemáticas. La ciudad es una gran obra colectiva que se debería conservar. Es una cuestión de memoria, pero también de reconocer un pasado compartido entre todas las provincias», zanja. En Vitoria algunos ejemplos son el ochentero Mercado Gasteiz, la pastelería Luis Sosoaga, las librerías Mayner o Ayala o la tienda de iluminación Langarica, entre otras.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.