PSE y PNV pactan la forma de pago de la multa de 820.000 euros a Iruña de Oca

El hecho de que el PNV haya votado favorablemente el acuerdo de pago acerca las posiciones de los dos partidos mayoritarios, ya que los jeltzales aspiran a entrar en el nuevo equipo de gobierno que se formará en Iruña de Oca a partir del próximo viernes, con la elección del socialista Mitxel Montes como nuevo alcalde. El presidente del ABB, José Antonio Suso, justificó ayer el respaldo de su partido al acuerdo de pago de la sanción porque «garantiza los intereses del Ayuntamiento y no nos vamos a oponer a eso, dado que es un convenio pactado a instancias de la parte jurídica».

Sin embargo, respecto a los avances de las negociaciones para entrar en el equipo gobierno, Suso adelantó que «no hay nada nuevo», aunque él mismo expresó la intención de los jeltzales de asumir parte de las responsabilidades municipales, como ya anunció tras la dimisión de Javier Martínez, el 17 de enero.

Por parte del PSE, el acuerdo de pago de la sanción se acogió con «satisfacción porque se van cerrando capítulos».

La deuda podría quedar saldada antes de 2023 si el Ayuntamiento cuenta con recursos económicos para hacerlo. Uno de los más importantes se deriva de la implantación de Lidl, prevista para 2021 o 2022. La empresa alemana ha acordado con la Diputación la compra de una parcela de 111.687 metros cuadrados por la que desembolsará 7,26 millones de euros. A esa cantidad, hay que sumar la inversión prevista de 34 millones de euros para acondicionar el nuevo almacén para el Norte de España, que tendrá una superficie de 36.400 metros.

Los ingresos que recibirá el Ayuntamiento por esa vía, «podrían ayudar a saldar la multa», según fuentes municipales socialistas.

En este clima, el presupuesto de Iruña de Oca quedó ayer definitivamente aprobado, según recogía el Boletín Oficial alavés porque «no se ha presentado reclamación alguna contra el acuerdo de aprobación inicial». Sin embargo, el PNV sí presentó una alegación en el periodo de exposición pública abierto tras la aprobación de diciembre, que los jeltzales votaron en contra. Suso aclaró ayer que la aprobación definitiva responde a que «el responsable jurídico del Ayuntamiento entiende que los partidos y concejales ya pueden hacer sus aportaciones durante el debate del presupuesto». A pesar de eso, el responsable alavés del PNV entiende que «ha habido modificaciones sustanciales en el presupuesto como consecuencia de la sentencia y del convenio para hacer el pago y entendemos que hay que subsanar esta situación». Por eso, se remitió al próximo pleno para analizar el asunto.

El presupuesto que ayer entró en vigor asciende a 3,7 millones. En él se ha registrado un ligero descenso de los ingresos como consecuencia de una caída en la recaudación del IBI. La mayor parte de los recursos municipales se van a destinar a mantener en funcionamiento los servicios, algo más de 1,5 millones de euros. Otros 869.000 son necesarios para pagar al personal y medio millón se destinarán a subvenciones para grupos culturales, deportivos y para las Juntas Administrativas. En el capítulo de inversiones se han reservado 432.000 euros y otros 100.000 para imprevistos.