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Las dos primeras unidades específicas de Euskadi para tratar de manera integral los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más complejos será una realidad ya en marzo. Una de ellas estará ubicada en la séptima planta del HUA Santiago y la otra en Galdakao, según ... ha indicado este miércoles la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en el Parlamento vasco. El Servicio Vasco de Salud va a contratar a psiquiatras y psicólogos para dotar de personal preparado a estos dos recursos que atenderán a pacientes con anorexia, bulimia u otros trastornos alimentarios. Una serie de patologías que afecta principalmente a mujeres, muchas de ellas adolescentes. Cada una de estas dos unidades dispondrá de 6 plazas y contará con plantillas similares: 1 psiquiatra, 1 psicólogo clínico, 4 enfermeras de salud mental y 4 auxiliares de enfermería de salud mental.
Estos recursos buscan dan respuesta a un problema creciente. Solo en 2021 un total 359 personas, la mayoría mujeres, fueron hospitalizadas por casos severos de anorexia y bulimia, mientras que otras 450 afectadas acudieron por primera vez a una consulta psiquiátrica por este motivo. Cifras muy elevadas y que se mantienen en niveles similares desde entonces. Uno de los objetivos de estos nuevos equipos será ofrecer una atención precoz e intensiva a estas pacientes. Esto es algo muy importante en una patología que precisa de un tratamiento muy prolongado –entre 3 y 5 años– para ser superada y que en uno de cada cinco casos se cronifica.
Los TCA suelen comenzar a manifestarse en la adolescencia. Son unas de las enfermedades mentales que suelen debutar en la etapa infantojuvenil, pero no las únicas. De hecho las más habituales en esta etapa son la ansiedad y la depresión. En 2022 en la Red de Salud Mental de Bizkaia atendió a 10.210 menores, un 29% más que antes de la llegada de la pandemia. De todos ellos 3.932 se ponían en manos de estos especialistas por primera vez. Una cuarta parte de estos jóvenes pacientes sufría cuadros severos. Dos son las patologías que más preocupan a los profesionales en esas edades: los TCA y la proliferación de ideas suicidas.
El anuncio de la próxima apertura de las unidades específicas para tratar la anorexia y la bulimia han sido una de las principales novedades que ha trasladado la consejería en la Cámara vasca durante la presentación de Estrategia de Salud Mental 2023-2030, unas patologías cada vez con más peso dentro de la sociedad y la sanidad vasca y que se agudizó durante la crisis sanitaria. En 2022 la Red de Salud Mental de Osakidetza atendió a 108.311 pacientes de todas las edades frente a los 96.836 de 2019, el año previo a la pandemia, o los 88.917 de 2016, según figura en las últimas memorias publicadas por Salud.
También ha aumentado el número de consultas a pacientes psiquiátricos por parte de Osakidetza, un 4% en 2023. En 2022, último año con datos oficiales, la Red de Salud Mental realizó 1.189.623 consultas.
Pese a estas cifras, la mayoría de personas que sufren patología mental en Euskadi son tratadas por la Atención Primaria, tal y como ha detallado José Antonio de la Rica, director de Asistencia Sociosanitaria del Departamento de Salud. En este nivel asistencial se atienden los trastornos leves de salud mental, en su mayoría episodios moderados de estrés, ansiedad o depresión. Cuando estos cuadros son ya graves, o se trata de otros trastornos más severos, entonces son abordados por los especialistas de la Red de Salud Mental.
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