Querido Félix: Cuando he recibido la llamada de nuestro común amigo Goio Alonso con la triste noticia, no me lo podía creer. La pandemia no nos había permitido vernos desde su inicio pero sí tenía noticias de vosotros, que me indicaban que estabais bien. Cuántos ... recuerdos se me han amontonado en la cabeza. Eres mi 'jefe' y mi referente político. Cuántas cosas habíamos tenido en común. Tú de Lautada y yo de Montaña, pero con el mismo sentido de pertenencia a nuestras raíces. Cuántas vivencias comunes hemos tenido. Los dos estuvimos en la UAGA, en el Gobierno vasco y en la Diputación. Tú siendo mi referente en el sector agrario vasco que lleva tu ADN con unas políticas novedosas e innovadoras, que hoy seguimos impulsando y desarrollando.
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Esta historia de los últimos 40 años de EAJ-PNV en Araba no se puede escribir sin un trio sin igual: Jose Mari Gerenabarrena, Xabier Agirre y tú. Os pateasteis todos los rincones del territorio en aquellos años de la transición y lo hicisteis crecer hasta lo que hoy es.
Más tarde y con un trabajo que dominabas en el Gobierno vasco con el equipo excelente que conformaste, dejaste de ser consejero de Agricultura para volver a impulsar el partido que en Araba había sufrido tanto tras la escisión y te lanzaste a ello sabiendo que no era una tarea fácil como presidente del Araba buru batzar. En los libros de la historia del EAJ-PNV quedarán los resultados de tu decisión que permitió de nuevo que lideráramos Vitoria-Gasteiz y el territorio.
En cuatro años tuviste que tomar una nueva decisión en tu andadura política, encabezando la candidatura a Juntas Generales, y tras la victoria electoral fuiste elegido diputado general. Qué gran honor para una persona como tú que amaba tanto a este territorio y que gran honor para mí cuando me llamaste para acompañarte en aquella andadura como diputado de Agricultura, materia de la que tú sabias mucho más que yo.
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Cuánto aprendí en los cuatro años que compartimos y lo bien que me ha venido en mi vida. Tu templanza, tu seguridad, tus constantes reflexiones en las situaciones complicadas fueron para mí un máster de vida que nunca sabré agradecerte suficientemente; hoy todavía esas lecciones siguen ayudándome en la toma de decisiones.
Yo siempre tendré un hueco en mi corazón para tenerte al lado, sabiendo que me estarás ayudando desde el cielo. Allí te vas a encontrar con otro fiel escudero, Jose Manuel Goikoetxea, (qué tándem). Dale un fuerte abrazo de mi parte. Seguro que volveréis a recuperar las largas charlas ganaderas, recordando a tus yeguas en Entzia y la naturaleza de Urbasa que Jose Manuel adoraba.
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Goian Bego Félix. Hasta que nos volvamos a ver.
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