Exterior de las urgencias del HUA Txagorritxu, en Vitoria. Jesús Andrade

Once horas de espera en las Urgencias de Txagorritxu

El adelanto en el horario de cierre del 80% de los ambulatorios de Vitoria, el 'pico' de patologías respiratorias y el incremento de la carga de trabajo llenan las emergencias con decenas de pacientes

Martes, 5 de diciembre 2023, 14:01

«No puede ser. Esto es impresionante. He llegado a la una y media de la tarde y no he salido hasta la una menos cuarto de la madrugada. Es increíble ver la gran cantidad de personas que llevábamos horas y horas de espera en ... Urgencias para ser atendidas por unos profesionales a los que se veía desbordados». Edurne Aranguren se pasó medio lunes -más de once horas- en las emergencias del HUA Txagorritxu. Su queja, que comparte un día después con EL CORREO, resume la experiencia que vivió, en primera persona, en el hospital.

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Una simple mirada a su alrededor y las conversaciones que escuchó a otros pacientes le sirvieron para ratificarse en sus palabras. «Yo tuve que esperar muchas horas hasta que pudieron atenderme. Pero había más gente en mi situación, o incluso peor, a los que se atendió prácticamente al mismo tiempo que a mí pese a que estaban allí desde las diez de la mañana», explica esta vecina de Vitoria. «Fui a Urgencias como el último recurso. Antes pedí cita en Atención Primaria pero no había disponibilidad hasta el miércoles de la próxima semana. Opté entonces por llamar al teléfono del Consejo Sanitario de Osakidetza y me recomendaron que me acercara a Txagorritxu para que me hicieran una valoración con urgencia. El primer triaje -la clasificación de los pacientes según el tipo y gravedad de su dolencia o lesión- y la acogida fueron rápidas, apenas un cuarto de hora después de mi llegada, pero luego los minutos y horas de espera se hicieron interminables hasta que me hicieron la analítica. Y, por lo que vi, la espera llevó también a la desesperación a muchos que estaban allí, sobre todo, a gente mayor que ocupaba sillas de ruedas y que estaban solos, porque ni siquiera tenían a su lado a un acompañante -se lamenta-. Soy una defensora de la sanidad pública y de sus grandes profesionales, pero es evidente la falta de sanitarios».

El caso de Edurne no es único. Otro vecino de la capital alavesa ha relatado a este periódico que fue trasladado a urgencias en ambulancia el pasado sábado, al filo de las tres de la madrugada, y que no fue atendido hasta las diez de la mañana, tras esperar pacientemente durante siete horas. «No había mucha gente ese día, pero mi sensación es que faltaba personal», apostilla. ¿A qué obedece esta sobrecarga en las Urgencias de Txagorritxu, más grandes y equipadas con la última tecnología desde su inauguración en febrero de 2022? La respuesta hay que buscarla en varios factores.

Los sanitarios consultados achacan parte de este incremento de casos en emergencias a los típicos problemas respiratorios y gastrointestinales que en estas fechas golpean sobre todo a los más vulnerables, que son los pequeños y los ancianos. Las bronquiolitis, que han obligado a Osakidetza a aumentar camas y personal para afrontar el aumento en el nivel de contagios de esta enfermedad en bebés, la gripe, el covid y otras afecciones víricas están provocando una mayor afluencia de pacientes en este servicio.

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También se empieza a notar el adelanto en el horario de cierre del 80% de los centros de salud de la capital alavesa motivado por la cercanía de las fiestas navideñas. Esta medida, que Osakidetza aplica desde hace unos años cada vez que llega un periodo vacacional, va a afectar a 12 de los 15 ambulatorios con los que cuenta la OSI Araba en Vitoria. En algún caso, estos recortes horarios han empezado a aplicarse desde el 1 de diciembre y, en la mayoría de los centros, se extenderán hasta después de Reyes. El recorte horario consiste en que cerrarán sus puertas durante gran parte de esas jornadas a las cinco de la tarde, en lugar de hacerlo a las ocho, que es su horario habitual.

Los ajustes horarios previstos en este nivel asistencial se aplican como consecuencia de la escasez de médicos de familia que afecta a la Atención Primaria y las enormes dificultades que encuentra el Servicio Vasco de Salud para cubrir las vacantes por vaciones de la plantilla. En el caso de los Puntos de Atención Continuada (PAC), en los que se atienden urgencias ambulatorias fuera del horario de apertura de los centros de salud, en la información presentada hace unos días por Salud a los sindicatos en la mesa sectorial, «no se garantiza que permanezcan abiertos con el equipo completo» durante todos sus turnos, según indicó ELA.

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Más de 400 pacientes

Todas estas circunstancias hacen que los sanitarios vitorianos miren con incertidumbre hacia las semanas que se aproximan, las más frías. Además de un previsible aumento de los casos de covid, se espera también el pico de incidencia de la gripe, lo que puede coincidir con las fechas navideñas y con dificultades para encontrar personal de refuerzo ante la escasez de médicos y de enfermeras.

Otra parte de ese aumento de presión asistencial se teme que sea ya un problema estructural. «La Atención Primaria de base está saturada. Si le sumas el recorte en los horarios de los centros de salud, eso provoca que muchas personas no puedan consiguir una cita con su médico que no se demore varios días. Si no pueden esperar a ser atendidos y precisan una valoración rápida de su dolencia, al final, tienden a ir a Urgencias», subraya un portavoz del Sindicato de Enfermería (Satse). «Además, desde la centralización de las Urgencias en Txagorritxu, la carga de trabajo ha aumentado prácticamente con el mismo personal. En definitiva, crece el número de pacientes, la carga y la demora sin que se incrementen los recursos humanos», apostilla.

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En esa misma línea apunta un portavoz del Sindicato Médico de Euskadi, que recalca la presión asistencial que padecen las Urgencias. «Es más de lo mismo. La sobrecarga en el servicio se ha convertido en algo habitual. Los números de pacientes se disparan y la plantilla es la misma o incluso más pequeña; porque hay vacaciones y bajas y no llega nadie a cubrir esos huecos, que acaban asumiendo los profesionales que están trabajando. Muchos compañeros están a punto de colapsar; no hay ni un momento para tomarse un respiro -agrega-. Este lunes, por ejemplo, hubo un 'pico' y se atendió a más de 400 personas... y eso que no fue un día especialmente intenso en cuanto a accidentes de tráfico y traumatismos», detalla el facultativo.

«El hecho de que los centros de salud vean recortado su horario repercute, como es obvio, en las Urgencias, porque en este servicio no hay una barrera de entrada«, apostilla. «Funcionan veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Se atiende a todo el que llega pero, tal y como estamos, es inevitable que aumente el tiempo de espera».

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