Olentzero pone rumbo a La Florida

El diseñador, fotógrafo, ilustrador y pintor Gorka Otsoa de Alda y Angulo ha sido el encargado de reproducir estos queridos personajes en ambas figuras de entre 136 y 145 centímetros de altura. El Ayuntamiento de Vitoria atiende así la petición de los ciudadanos y del grupo municipal de EH Bildu. A partir de estas navidades, los niños ya no tendrán que dirigirse al Palacio de Villasuso, sino que podrán depositar sus cartas directamente en la cabaña de Olentzero, que compartirá espacio con las oficinas del Síndico en el Jardín secreto del agua, entre las 10.00 y las 21.30 horas. «Hemos respondido a quienes pedían que no se mezclaran las tradiciones, por lo que se ha elegido una ubicación cercana al Belén Monumental en una zona independiente», explica la concejala de Cultura, Estíbaliz Canto.

Estas dos figuras se sumarán a los cuatro niños esculpidos por Álvaro Hernández que desde el año pasado juegan en el parque de La Florida. La elaboración de las nuevas piezas salió a concurso en febrero y, lejos de inspirarse en un retrato anterior, Otsoa de Alda y Angulo optó por proporcionarles rostros genéricos sin ningún modelo concreto. Para ello empleó poliestireno extruido y un material resistente al fuego para el exterior. «El poliestireno es muy flexible y me permitió proporcionarles la forma deseada durante un plazo de ocho horas, pero después se vuelve tan rígido como el parachoques de un coche», explica el escultor.

Estos nuevos habitantes del parque tienen un peso mucho menor al de las figuras del Belén. Pesan alrededor de 12 kilos en vez de 50, lo que facilitará su transporte. Otra de sus ventajas es que, si se rompen, «basta con reparar la zona afectada y no es necesario rehacer enteros a Olentzero y Mari Domingi, lo que reduce considerablemente los costes», valora Otsoa de Alda y Angulo, que ya cuenta con otra escultura instalada en Vitoria, concretamente en el vivero de empresas de Iparralde. Los 12.000 euros destinados a la elaboración de las dos figuras y los elementos decorativos son fruto de la recaudación recogida el año pasado en la gruta. La cabaña ha tenido un coste de 2.438 euros.

Además de asar castañas junto a Olentzero en su nuevo hogar, Mari Domingi coprotagonizará las fiestas navideñas a partir de este mes de diciembre. Aunque ya cuenta con su propia carroza en el desfile y lee su discurso desde el balcón, el barbudo no volverá a estar solo durante la recepción a los niños vitorianos en el Ayuntamiento. «Mari Domingi no es ni puede ser una simple ama de casa, sino la compañera de Olentzero que quiere alegrar a los niños de Vitoria con sus regalos», defiende la concejala Canto, cuyo departamento va a enviar una carta a las escuelas vitorianas animando a dar a esta aldeana un trato igualitario en sus centros.