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«Olentzero, ¡me he portado superbién!». «Esta noche os voy a dejar leche y galletas». «Mari Domingi, ¿os puedo dar la carta ahora, en mano?». Son las escenas y conversaciones que desde primera hora de este domingo se viven en el interior del Ayuntamiento de Vitoria ... . El carbonero y la pastora han madrugado muchísimo para poder disfrutar con los pequeños de la casa en la recepción que tendrá lugar hasta las 15.00 horas en el salón principal de la Casa Consistorial. Ese momento mágico, cargado de mucho nerviosismo, que anticipa lo que se vivirá esta tarde con el desfile y a la noche, cuando los protagonistas transformen los deseos de las cartas en realidad.
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Las líneas de Tuvisa sin servicio durante el desfile de Olentzero y Mari Domingi en Vitoria
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Esta oportunidad de estar con el carbonero y la pastora en persona para abrazarles y hablar con ellos era algo que esperaban con ganas las familias. Para muestra, una imagen: alrededor del Consistorio se ha ido poco a poco alargando esa fila que aguarda su turno. Las escalinatas del ayuntamiento están colapsadas de gente. Y cuesta encontrar el final de la fila que bordea la plaza de España. Incluso desde antes que abrisen a las 10.00 horas las puertas; poco antes de las 8.00 ya estaban ahí los primeros. Y eso que por delante quedan varias horas hasta que se termine la repección. Vitoria estaba deseosa de reencontrarse con Olentzero y Mari Domingi.
Con una enorme sonrisa, los dos grandes protagonistas del día están atendiendo uno a uno a los txikis, con la inestimable ayuda de los Galtzagorris. También han abierto alguna carta para apuntar esos últimos encargos para esta noche. Y todo ello ambientado con la música que corre a cargo del alumnado de la Academia Municipal de Folklore en esta sala que desprende ilusión por todos los rincones. Olentzero y Mari Domingi han venido cargados de bolsas con dulces y decoración navideña para que todo salga a pedir de boca.
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