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Oion cerró ayer su campaña anual contra el síndrome de Duchenne para recoger fondos que colaboren en la investigación de esta enfermedad que ocasiona distrofia muscular entre niños y jóvenes. La carrera que se celebró con ese objetivo arrancó con la mala noticia de que un vecino de Logroño afectado por la enfermedad falleció, muy joven, el viernes. Aún así, la organización mantuvo la prueba «con más ganas que antes de esta pérdida si cabe, para poner un broche de oro a esta fiesta, y dar la despedida que se merece este luchador y su familia».
La jornada, que cumplió su segunda edición, se desarrolló con muy buen ambiente. Arrancó con una marcha libre de barreras que recorrió tres kilómetros de ida y vuelta por el parque de San Justo, cerca de la localidad.
A continuación, los más pequeños, hicieron otro recorrido más corto, de un kilómetro por el parque. Las carreras de adultos arrancaron a las once y media de la mañana con recorridos de cinco o diez kilómetros, también completamente accesibles. La recaudación de las inscripciones en las pruebas se destinará a la investigación, lo mismo que las donaciones de las personas que han colaborado con la causa.
Durante toda la mañana hubo actividades infantiles en la plaza y un guateque para los más pequeños. Una vez terminadas las carreras, se pudo disfrutar de una comida popular en el frontón Toki Alai y seguir la fiesta con el concierto de Hotel Ruido en la Plaza Mayor. La recaudación de la caracolada de San Prudencio también se destinará al mismo fin.
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