Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Mikel Uriarte
Viernes, 25 de agosto 2023, 00:39
No para de sonreír. Oier Lazkano ha regresado a Vitoria por unas horas tras haber disputado la semana pasada la Vuelta a Burgos, donde logró el triunfo en la cuarta etapa. Otro éxito más a su brillante temporada. Cuatro triunfos de momento y quién sabe ... si dicha cifra no puede aumentar de aquí a final de temporada. Ahora, cambio de maleta y para Barcelona, donde empieza la Vuelta a España, donde su tarea será ayudar a Enirc Mas sin descartar la pelea por otro triunfo. Atiende a EL CORREO poco antes de empezar una suave sesión de entrenamiento. Sale con la grupeta de siempre. Mismos hábitos con los que ha llegado hasta aquí. Y es que toca recuperarse de los esfuerzos de cinco días por carreteras burgalesas, porque luego viene una cita de tres semanas y el ritmo se coge prácticamente con el paso de las jornadas.
Su cuarto éxito del curso no le descentra en absoluto. Sigue recorriendo la misma línea desde hace muchos meses y nada ni nadie le descentra. Tiene claro cuáles son sus principios y por ahí sigue desbrozando su trayectoria ciclista. Da la sensación por momentos de que se quita importancia a todo lo que está logrando. Por un lado porque es su forma de ser, un tipo sencillo, corriente. Pero por otro, porque tal vez sepa que la línea entre el éxito y el fracaso muchas veces en el deporte de élite es muy fina. Su carácter le ha forjado en su época de cadete y junior como una persona como otra cualquiera y la fama no le ha descentrado en ningún momento.
- Enhorabuena por su éxito en Burgos.
- Muchas gracias. La verdad es que estoy muy contento. Sabía que llegaba bien, a pesar de lo de Ordizia. Tenía un poco la duda de la falta de entrenamientos durante unos días, pero pronto me vi bien.
- Después de lo visto, le dará más rabia no haber estado en Glasgow, ¿verdad?
- Sí, pero tampoco puede hacer nada ya. Mejor parar el tiempo necesario y no arriesgar porque lo único que podía haber provocado era más daño si cabe.
- Pese al parón obligado de esos días no perdió su punto de forma, ¿no?
- El descanso es importante también y por parar cuatro o cinco días no sucede nada. El tema era que después de estar quieto esos días había que viajar, luego estar otros dos sin entrenar... En casa recuperas antes y más o menos bien.
- Menudo año lleva.
- Sí, no me quejo (risas). Tampoco creo que haya hecho nada raro este año. Sólo he tratado de mejorar en lo que puedo y ha dado frutos. No he cambiado los entrenamientos ni nada parecido. Sólo es cuestión de ir con calma y paso a paso van saliendo las cosas.
- Pero no me negará que ha dado un salto de calidad.
- Ya, pero no me quedo con las victorias, sino con la mejora día a día que es lo que está a mi alcance. Igual la temporada que viene no gano nada y puedo seguir mejorando. Ganar no depende sólo de ti, sino de otros factores que muchas veces no están a tu alcance. En lo que me centro es en mis entrenamientos y en lo que puedo hacer cada jornada para progresar.
-A La Vuelta llega bien, ¿no?
- Creo que sí.
- ¿Es este su mejor momento de forma de la temporada?
- No lo sé. No hay una manera de cuantifcar eso.
- Hombre, su cuerpo se lo transmitirá, ¿no?
- Sí, pero eso ya lo sentía hace un mes y hace dos. Estar bien, estoy, pero tampoco sabría decirte si es el mejor momento en lo que va de curso. Sí que reconozco que estoy confiado y con ganas de hacerlo bien.
-¿ Ganar una etapa en la Vuelta es su objetivo, su sueño?
- No, mi objetivo es hacer lo que me mande el equipo. Si Enric está bien, lo primero es Enric. Luego siempre hay algún día suelto. Ganar en una grande es algo precioso, pero el primer objetivo del Movistar no es ese.
-Le noto tranquilo, como siempre. ¿Mentalmente como se ve?
- Confiado. Sé que llego bien y estoy convencido de que lo que he tenido que hacer lo he realizado. Por mi parte no hay ningún problema, con esas cartas vamos. Hay que confiar en uno mismo y si no sale, pues nada. Con ganas de hacerlo bien acudimos.
- Cuando estaba en el podium de Pradoluengo, ¿qué pensaba?
- Pocas cosas. Apenas te da tiempo a pensar. Vivimos en un no parar; subes al podium, rápido entrevista, luego antidoping y para el hotel a recibir el masaje. No tienes margen para reflexionar sobre lo que has hecho, todo es automático.
- Pero algún momento tendrá para disfrutar de la victoria.
- No creas, je je. Fue llegar al hotel, recibir masaje, cenar y a la cama. Tampoco me gusta darme bola a mí mismo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.