La odisea de Tuvisa para firmar un contrato eléctrico: «Las ofertas duran 4 horas»

Esto significa que el Ayuntamiento sólo cuenta con ese espacio de tiempo para dar por buena la oferta, aunque después se traduzca en un contrato de varios meses. El ritmo, incompatible con los largos trámites de la administración, incluso ha obligado a la sociedad pública a cambiar su proceder habitual. En este caso, el Ayuntamiento deberá dar el visto bueno a toda la documentación (necesita un periodo de al menos 48 horas) y dejar para el último paso el precio del suministro, para poder dar una respuesta en el plazo requerido.

Tuvisa optó ayer por esta medida de urgencia para no recurrir a la llamada «factura de último recurso», que supondría un «recargo extra del 20%» en la factura. La nueva situación es fruto de la ruptura del anterior contrato del suministro eléctrico, que afecta a la carga del BEI, la iluminación de las cocheras y los aparcamientos públicos, principalmente. La empresa que daba el servicio (Aura Energía) se vio obligada a resolver el contrato y, poco después, quebró.

Según explican desde el Consistorio, estas dificultades empiezan a ser cada vez más comunes en las diferentes administraciones, ya que los efectos de la imparable subida de la luz son más acusados por el «volumen» que alcanza el consumo en comparación con el doméstico. Esto obliga a las compañías a extremar la prudencia para evitar disparar sus pérdidas económicas.

El Ayuntamiento, en este sentido, aumentó en un millón de euros su gasto en el último presupuesto sólo en cuestiones derivadas del precio de la luz, como el alumbrado público o, en esta ocasión, la infraestructura de Tuvisa. En términos proporcionales, supone un incremento del 25% anual.

Por otra parte, Tuvisa presentó ayer el balance de viajeros del último año, que muestra una recuperación significativa con respecto a 2020 pero todavía pierde un tercio de usuarios en comparación con 2019, tal y como adelantó EL CORREO. En concreto, los urbanos transportaron a casi 10,4 millones de personas, lejos de los 16,2 de 2019.