Las obras del soterramiento del TAV en Vitoria se desatascan tras cinco años de trámites

La autorización firmada por el secretario de Estado José Antonio Santano, número dos del ministerio que dirige Óscar Puente, es de suma relevancia porque, además de poner punto final a la vía administrativa para la «inserción» del TAV en Vitoria -el debate técnico y político sobre el diseño de la estación y los accesos arrancó en el año 2000-, allana definitivamente el camino para la culminación de la 'Y' vasca al autorizar la ejecución del último eslabón que queda pendiente: el nudo de Arkaute. El Gobierno central considera que cuando esta obra empiece a avanzar estará en disposición de anunciar la fecha en la que entrará en funcionamiento la alta velocidad en Euskadi. La última estimación oficial señala que los viajes de prueba podrían arrancar en 2027 y los comerciales en 2028.

Situado al este de Vitoria, el nudo de Arkaute estará compuesto por el conjunto de ramales que canalizará la circulación del TAV en todas las direcciones posibles. Dará continuidad al trazado que llegará desde Madrid y Burgos para que los trenes avancen hacia el resto de Euskadi y hacia Francia. También permitirá el desvío hacia Pamplona, ruta a la que el Ministerio de Transportes dará luz verde dentro de unos meses. Antes deben finalizar los estudios geológicos encargados en Gipuzkoa, la otra opción que está sobre la mesa para enlazar la 'Y' vasca con Navarra. Las fuentes consultadas confirman que el alto coste y la complejidad técnica de esta segunda opción la hacen inviable. Solo falta que la decisión se haga oficial.

Las obras a las afueras de Vitoria serán las últimas del trazado del TAV. Caprichos del destino, es muy cerca de allí, en Arrazua-Ubarrundia, donde empezaron a ejecutarse los 175 kilómetros de la 'Y' vasca hace casi 18 años. El pasado febrero se dio por concluido el ramal guipuzcoano que ha ejecutado el Gobierno vasco y durante el primer semestre de 2025 quedará rematado el trazado entre Bilbao y Vitoria, que ha supervisado el Ejecutivo central, con la excepción del nudo de Arkaute, que técnicamente está considerado parte del proyecto de los accesos a la capital alavesa.

Cabe recordar en este punto que para que el TAV eche a andar es imprescindible el nudo de Arkaute pero no las estaciones definitivas. Ni la de Vitoria ni la de Bilbao estarán terminadas cuando la alta velocidad empiece a funcionar. La de la calle Dato recibirá trenes inicialmente en superficie y en Bizkaia se habilitará una terminal provisional en Basauri mientras se soterra Abando. En San Sebastián, sí. Atotxa se remodelará con tiempo de sobra porque la obra es de mucho menos calado.

El estudio informativo aprobado ayer determina el trazado del acceso del TAV a Vitoria y el diseño de la nueva estación. No hay sorpresas al respecto porque el documento presentado en 2019 solo ha sido matizado en ciertos aspectos para recibir la autorización ambiental. La alta velocidad llegará al corazón de la capital alavesa por un túnel de 3,6 kilómetros que unirá el Bulevar de Salburua y la calle Pedro Asúa. La actual trinchera desaparecerá dejando paso a uno nuevo espacio de oportunidad para la ciudad. En lo que respecta a la nueva terminal, tendrá dos plantas subterráneas y un aparcamiento para 400 vehículos.

¿Y a partir de ahora qué? En un intento por ganar tiempo, el ministerio pactó hace dos años con las instituciones vascas no esperar a tener el estudio informativo aprobado para adelantar trabajo. Con la certeza de que no iba a haber muchos cambios, encargó a la ingeniería Sener la redacción del proyecto básico. El documento debe estar finalizado este verano así que inmediatamente después se licitará la redacción del proyecto constructivo, una ampliación del proyecto básico que es lo que se entregará a la constructora elegida cuando posteriormente se liciten las obras.

¿Puede hablarse de fechas? No. Como la inauguración del TAV depende de que el nudo de Arkaute esté listo existe cierta premura en esta parte, pero el acceso y la estación irán para largo. No será antes de la próxima década cuando todo el proyecto de la capital alavesa quede rematado. Un plazo similar al que se maneja en Bilbao, donde la obra es más compleja pero la tramitación está un poco más avanzada: hace casi un año ya que empezó a redactarse el proyecto constructivo.

En Vitoria lo que va a tocar dentro de poco es hablar seriamente de dinero. Existe un preacuerdo por el que el Gobierno central aportará la mitad de la inversión necesaria y las administraciones vascas -Ejecutivo autonómico, Diputación de Álava y Ayuntamiento- sufragarán la otra mitad. El estudio informativo cifra en 724,5 millones el presupuesto necesario... aunque es una estimación de hace un lustro. Fuentes autorizadas creen que serán necesarios cerca de 1.000 millones.