Las obras contra las crecidas de los ríos arrancarán en un mes y obligarán a 'levantar' la Antonia

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Iñigo Crespo

No obstante, el Ayuntamiento debe modificar su plan de obra tras el último retraso. Y es que la intervención tendrá un impacto considerable en el tráfico, en especial en la rotonda de la Antonia y la calle Iturritxu. El cálculo original reservaba el grueso de la actuación para el mes de agosto, cuando el tránsito de vehículos se desploma. El departamento de Movilidad y la Agencia Vasca del Agua (URA), en este sentido, persiguen la fórmula para que la afección al tráfico sea «la menor posible», y más al tener en cuenta que se trata de una zona ya saturada.

En concreto, las instituciones preveían que la rotonda de la Antonia, la salida natural hacia Júndiz, Miranda de Ebro y Madrid, entre otros, sufriera cortes de tráfico intermitentes durante 3 de los 14 meses que requería la intervención completa. Tanto URA como el Ayuntamiento asumen que será casi imposible eliminar el impacto en el tráfico, pero persiguen la vía para provocar «el menor estrago posible». Una de las soluciones es cortar carriles en la entrada y la salida de la glorieta. El impacto en la calle Iturritxu, mientras tanto, será algo más indirecto porque no habrá que actuar sobre ella, aunque se verá afectada por el filtro de entradas a la rotonda.

El proyecto, pendiente desde que se firmó un acuerdo con la Agencia Vasca del Agua en 2012, ha sufrido algunos contratiempos cuando parecía reactivarse una década después. Al margen de los pasos habituales para la contratación de la obra, uno de los dueños (Zadure) presentó una alegación y, además, el expediente de expropiación tuvo que repetirse por un error administrativo. En cualquier caso, el Ayuntamiento confía en culminar el proceso para el próximo 8 de julio y poder comenzar por fin una esperada obra.

«Las obras avanzan, están adjudicadas y van a ser una realidad en breve. No prevemos mayores problemas en los trámites», dijo la concejala de Acción por el Clima, Ana Oregi (PNV), quien advirtió de que los trabajos podrán comenzar «al día siguiente de la expropiación, haya acuerdo o no con el justiprecio». La edil recordó que también que «esta planificación lleva 20 años sobre la mesa y esta es una buena noticia» al ser preguntada por EH Bildu y Elkarrekin Podemos sobre los retrasos.

El proyecto, que cuenta con una inversión de 5,5 millones de euros, persigue acabar con las crecidas de los ríos del Sur (Batán y Zapardiel) en el entorno del IVEF y mejorar el rendimiento de la depuradora de Crispijana al liberarla de caudales pluviales. «El objetivo es evitar que un volumen de agua limpio vaya a la red de saneamiento», detalló Oregi. Además, la actuación prepara el terreno para la futura construcción del parque Larragorri, que cerraría el Anillo Verde por el Sur y se convertiría en uno de los grandes espacios naturales y de ocio de la ciudad. Según la propuesta original, incluso acogería un campo de regatas.