La obra del TAV en el nudo de Arkaute está ya en manos del Gobierno vasco

El Gobierno vasco dio luz verde el pasado 26 de noviembre al convenio por el que asumirá el diseño y la ejecución del nudo de Arkaute, el último tramo del trazado del TAV que queda por construir. La obra era competencia del Ejecutivo central, pero el Consejo de Ministros había autorizado la cesión. El avance de este proyecto, que permitirá canalizar la circulación de la alta velocidad desde las afueras de Vitoria, determinará el momento en el que podrá inaugurarse la 'Y' vasca. Y todo hace indicar que los plazos marcados volverán a sobrepasarse.

La cuestión es que las últimas previsiones del Ministerio de Transportes calculaban que los primeros trenes en pruebas circularían a finales de 2027 o durante 2028, pero esa fecha se dibuja imposible de cumplir.

La consejera vasca de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, explicó el pasado mes de noviembre que espera licitar la redacción del proyecto constructivo del nudo de Arkaute «durante los primeros meses del año que viene». Una vez adjudicado, lo habitual suele ser que se tarde «entre 22 y 24 meses» en tenerlo definido. Esta demora implicaría que las obras del tramo no van a arrancar, en el mejor de los casos, hasta finales de 2027. No será, por tanto, posible ver trenes circulando antes de 2029 o 2030. Desde el Ejecutivo autonómico ni siquiera quieren «aventurar» una fecha de entrada del TAV hasta que los trabajos en esta infraestructura se pongan en marcha.

En cualquier caso, el proceso administrativo para que el nudo de Arkaute sea una realidad ha dado un paso fundamental. Con la firma efectiva de esta encomienda, el Gobierno vasco podrá licitar la redacción del proyecto constructivo a través de Euskal Trenbide Sarea (ETS).

El coste de esta plataforma ferroviaria asciende a los 146 millones de euros y su pago se realizará mensualmente con cargo a los presupuestos de Adif. El convenio también contempla la creación de dos comisiones de seguimiento del correcto desarrollo de los trabajos: una técnica y otra de responsables institucionales. La primera se reunirá trimestralmente, con dos miembros de Adif y dos del Gobierno vasco, y la segunda al menos una vez al año, con la misma representación.

El nudo de Arkaute es la infraestructura que conectará el TAV con el resto de la península. Aunque la conexión no estará lista cuando la 'Y' vasca empiece a funcionar, los trámites se van acelerando. El secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, anunció a mediados de noviembre que Adif prevé licitar antes de que acabe 2025 el proyecto constructivo de los cinco tramos que unen la Vitoria con Burgos. La primera parte el trazado, el Pancorbo-Ameyugo, debería salir a concurso público antes de que acabe 2024. Si el calendario se cumple, por lo tanto, las obras comenzarán el año que viene.