Así quedará el edificio de la calle Dato una vez concluyan las obras E.C.

La obra para convertir el antiguo edificio de Hacienda en pisos se iniciará esta primavera

Cuatro constructoras pugnan por hacerse con la reforma del inmueble. Sólo un puñado de los 19 pisos proyectados queda a la venta

Martes, 14 de marzo 2023, 00:22

Un año después de la compra por parte del Grupo Arrasate a Kutxabank, el antiguo edificio de Hacienda empieza el camino para convertirse en el lujoso bloque residencial que sus nuevos dueños proyectaron en marzo de 2022. El calendario de la reforma puede variar levemente, ... pero los cálculos apuntan a que en la segunda quincena de mayo, o tal vez primeros días de junio, puedan comenzar los trabajos que durarían unos 18 meses. Las obsoletas oficinas municipales abrirán paso a 19 viviendas en plena 'milla de oro' de Vitoria de las que el 80% ya están vendidas.

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Los futuros dueños de esos pisos han hecho ya dos aportaciones económicas al proyecto. La última, el pasado mes de febrero después de que en enero se celebrase un primer encuentro informativo con los propietarios.

Ahora mismo, según fuentes consultadas por este periódico, son cuatro las constructoras que han madurado los presupuestos para optar a las obras del edificio. Todas trabajan contrarreloj con el objetivo de elaborar un proyecto aceptable para los propietarios, que decidirán qué empresa se encarga de los trabajos tras la Semana Santa. Las constructoras afinan unas cuentas en las que los precios de algunos materiales «han empezado a ceder terreno», pero todavía son una incómoda variable.

Sin Urrutia

Entre esas cábalas de constructoras se da prácticamente por descartada la participación de una de las constructoras con más peso en Vitoria: Urrutia. Una empresa que la semana pasada fue protagonista por haber sido excluida de la construcción en Bilbao del quinto rascacielos de Garellano: la Anboto Dorrea. Después de semanas con las obras paralizadas, los dueños del edificio han dado por roto su contrato con la constructora, propiedad del grupo Urbas.

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En una fase inicial parecía que la firma vitoriana era la que partía con ventaja para hacerse con la renovación del inmueble de la esquina entre Dato y General Álava. Socio habitual del Grupo Arrasate, los problemas financieros, sin embargo, han hecho que sea «prácticamente imposible» su designación para hacer las obras del bloque.

Los privilegiados pisos que aún quedan disponibles son precisamente los de mayor extensión: los de 136 metros cuadrados. Esas viviendas, con tres habitaciones –aunque se podrían personalizar para que tengan cuatro dormitorios– se venden por precios que oscilan entre los 599.000 y los 662.000 euros. Todos los pisos cuentan con terraza. Los áticos llevan vendidos desde el pasado verano. Las viviendas llevarán aparejados sótanos en los bajos del edificio. Mientras, los espacios a pie de calle, donde antiguamente se hallaban las salas culturales y un auditorio de la Caja Vital, se destinarán a locales comerciales.

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Ocho años después

Con todos estos pasos, Vitoria cierra un capítulo un tanto gris de su urbanismo. Pese a encontrarse en una de las zonas privilegiadas y más transitadas de la ciudad, el edificio ha carecido de uso desde 2015. En esa fecha, los funcionarios municipales del departamento de Hacienda, fundamentalmente, trastadaron sus bártulos a las modernas oficinas de San Martín.

El motivo de toda esta tardanza se encuentra en que el uso de este edificio estaba vinculado al de la Gasolinera Goya. Para que la antigua Hacienda municipal fuese recalificada como 'residencial', el de la estación de servicio debía ser de 'equipamiento genérico'. El cambio, sin embargo, dependía de la declaración de la calidad de suelo de Goya, que todavía está en el aire. En 2021, el Gabinete Urtaran acordó con el PP, junto con el visto bueno del Gobierno vasco, desligar ambos inmuebles y desbloquear el proyecto de Kutxabank, propietario del bloque, para comercializarlo como futuras viviendas.

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A partir de esa fecha, la entidad financiera tuvo las manos libres para poner a la venta el inmueble. Promotoras locales, pero también de ámbito nacional e internacional se interesaron por las condiciones de la operación, ante la posibilidad de dejar su sello en un inmueble emblemático para la ciudad. La venta se cerró finalmente el año pasado al Grupo Arrasate.

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