Carlos Hipólito, en una función de 'Burro'. E. C.
Carlos Hipólito, Actor

«Es una obra conmovedora e inspira ternura»

El intérprete madrileño protagoniza 'Burro', una historia «divertida y profunda» para emocionar al público del Teatro Principal

Miércoles, 24 de abril 2024, 01:06

En una finca vacía, un burro atado a una estaca cuenta su atribulada vida a su sombra mientras se acerca un incendio forestal. Carlos Hipólito (Madrid, 1956) dice que interpretar a este animal le permite ofrecer toda la paleta de sentimientos humanos. Así es la ... obra 'Burro', en la que la mirada de un asno ayuda a desmitificar a los hombres y la vida misma. La soberana presencia del actor madrileño, acompañado en escena por Fran García e Iballa Rodríguez más la guitarra de Manuel Lavandera, llega mañana al Principal (19.30) para llevar al público desde la carcajada a la lágrima. Ese es el «extraordinario poder» del teatro.

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– La obra arranca con el asno atado a una estaca mientras se acerca un incendio forestal. Parece como una especie de metáfora...

– Desde que llegaron los camiones y los tractores los burros se quedaron abandonados en los campos, dejaron de tener su puesto entre los humanos porque los utilizábamos como herramienta. Cuando dejaron de ser útiles como especie, los abandonamos. Se quedaron atados en estacas, abandonados en parcelas y muchas veces murieron sin que nadie les agradeciera todo el trabajo que habían hecho. Este arranque de la función es una especie de llamada de atención sobre un ser que ha sido maltratado, ninguneado y abandonado. Como espectadores, todos nos podemos sentir identificados porque en algún momento nos hemos podido sentir así.

– ¿Qué representa ese asno al que usted da una consistencia humana?

– Sobre todo, la injusticia hacia otras especies. Hacernos reflexionar sobre por qué nos creemos tan importantes, por qué nos creemos los dueños del planeta y de las vidas de todas las otras especies que nos rodean. Podemos aniquilarlas sin ningún tipo de miramiento y es terrible. El burro es un animal humanizado que nos cuenta su historia y de alguna manera representa también la voz de todo el que se pueda sentir oprimido, maltratado o ninguneado.

TRAGICOMEDIA

«Es un sueño poder interpretar a alguien que te permite pasar por tantísimos estados emocionales diferentes»

– La historia reúne muchas otras en las que se ha hablado del burro; fragmentos de Esopo, Misa del asno, Don Quijote... El hecho de que se mencione tanto a estos animales, ¿no supone que los valoramos?

– Todo lo contrario, porque esas menciones literarias añaden todavía más injusticia hacia el burro. En algún momento, alguien, no sé de qué siglo, decidió que el burro era sinónimo de tonto y lo hizo con muy mal criterio porque los burros no son nada tontos. Son unos animales muy capaces, con bastante memoria, con capacidad de aprender cosas e inteligentes. Se les usó en la literatura tanto para ridiculizarlos como para insultar a las personas. Hay una anécdota curiosa, muchísimas obras sobre asnos , desde los griegos hasta que llegó Juan Ramón Jiménez en el siglo XX, ninguno, de ninguna historia, tenía nombre. Él llegó y le llamó Platero a su burrito y le dotó de toda esa ternura y cariño. Eso demuestra que se ha percibido como un objeto tonto que ni siquiera merece nombre.

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– La obra parece dejar claro que como raza los humanos somos maltratadores y depredadores de otros animales.

– Como especie somos bastante depredadores. A la vista está lo que estamos haciendo con el planeta en el que vivimos. En cuanto a maltratadores, sólo hay que ver cómo tratamos a otras especies, que de hecho muchas de ellas tienen habilidades muchísimo mayores que las nuestras y sin embargo las tratamos con una superioridad despreciable.

Una función completa

– ¿Cómo se han unido todos esos fragmentos para contar una única historia?

– El burro de nuestra historia, el narrador, es un animal sabio, que conoce todas las historias que se han contado sobre ellos. Y nos las va hilvanando a través del relato que va haciendo de su vida, incluso cuenta de forma anecdótica algunos de estos fragmentos literarios que hablan del mensaje. Aunque no es un corta y pega, es una obra que tiene su propio drama e historia.

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– ¿Se ha sentido cómodo interpretando al asno?

– Me siento muy feliz haciendo este personaje que es extraordinario para cualquier intérprete. Es un sueño poder interpretar a alguien que te permite pasar por tantísimos estados emocionales diferentes. Tiene sus momentos cómicos, dramáticos, hasta incluso trágicos.

LOS HUMANOS

«Como especie somos bastante depredadores, ahí está lo que estamos haciendo con el planeta»

– ¿Y en el género de la tragicomedia?

– Es probablemente el más completo. El que te permite pasar de un estado a otro. Conseguir que el público ría a carcajadas en algunos momentos, como pasa con 'Burro', y que luego se emocionen en unos silencios realmente sobrecogedores donde alguna lagrimilla cae. Es probablemente lo más bonito que se puede conseguir.

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– Se dice que la obra deja huella, pero, ¿por qué?

– Lo que más nos dicen después de una función, es la ternura que les ha despertado, lo que se han emocionado y cómo salen de contentos. Creo que es una historia, muy conmovedora, que cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad le llega por algún sitio. Tiene muchos ingredientes para entretener, divertir y hacer reflexionar, que es lo que tiene que conseguir el teatro.

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