El obispo rectifica y retira a su candidato para dirigir Egibide ante el fuerte rechazo social

La Fundación Diocesanas-Jesús Obrero tenía ayer en su agenda una reunión del patronato, que preside el obispo. Según ha podido saber este periódico, fue un encuentro tenso en el que se acabó dando el visto bueno a los ceses como miembros de la comisión ejecutiva de la institución educativa propuestos por el prelado de Diego Bande (actual presidente de la asociación de colegios cristianos del País Vasco, Kristau Eskola) y Laura Fernández de Carraza, ambos miembros designados en su día por la Diócesis de Vitoria. Su lugar será ocupado por Albert Verges Vidal y José Holgado Bóveda, dos personas de la máxima confianza de Elizalde.

Este movimiento de fichas era la piedra angular de la estrategia que la máxima autoridad de la iglesia alavesa había ideado para tratar de primar a su candidato José Iribas como director general tras la marcha a Roma de nacho Eguizabal, que llevaba siete años en el cargo. Sin embargo, al constatar el fuerte rechazo social que su maniobra había generado, el obispo decidió dar marcha atrás y retirar su propuesta.

Fuentes de Egibide sostienen que el proceso de designación del nuevo director general para el próximo curso «sigue su curso conforme a lo previsto». El próximo lunes se reunirá la nueva comisión ejecutiva para seleccionar al candidato que deberá ser confirmado por el patronato el 15 de junio. Tal y como contaba ayer este diario, una consultora especializada en captar talento y perfiles directivos, la firma vasca Qualis, había abierto un proceso de selección y la comisión ejecutiva del patronato ya se había decantado por una candidata que estaba a punto de ser confirmada.

Se considera que con su intento de imponer a un candidato propio para dirigir el mayor centro educativo alavés, con más de 7.000 alumnos y 450 docentes, el prelado ha cruzado «una línea roja». De hecho, los patronos -entre los que además de miembros del Obispado y los jesuitas también se encuentran representantes de la Diputación, el Ayuntamiento y la Vital- han trasladado su honda preocupación por la deriva que en los últimos tiempos está tomando Egibide, donde la vertiente pastoral está ganando cada vez mayor peso.

Medios próximos a la comunidad educativa señalan que desde hace unos meses ya se viene evidenciando un cambio de rumbo en Egibide, una institución centrada en la formación, con un carácter religioso muy diluido. Las mismas fuentes sostienen que ahora se pretende que el centro educativo, que cuenta con cinco campus, sirva para «ayudar a crear vocaciones, cuando esta nunca había sido su finalidad». Y todo en un momento crucial para la industria de la provincia, que afronta el reto de la transformación hacia la industria 4.0 en el que el papel de Egibide resulta imprescindible para formar a los perfiles profesionales que requerirán las empresas.

Por su parte, fuentes de la Diócesis de Vitoria insisten en que el obispo «no quiere imponer ningún candidato» y aseguran ahora que «los nuevos patronos del Obispado aceptarán tajantemente el proceso de selección y los candidatos que se han presentado y el resultado de lo que se elija».