El obispo bendice Vitoria y su belén de la Florida

Un nacimiento cuya puesta de largo en 1962 no estuvo exenta de problemas. Las figuras aparecieron con la pintura desconchada tras horas de viaje en camión. A lo que se juntó una gélida jornada en la que se registraron hasta 17 grados bajo cero. Los bomberos tuvieron incluso que encender una hoguera para calentarse mientras colocaban al ángel en lo alto de un árbol. Aquella vez la bendición fue más escueta, pero desde entonces nunca ha fallado esta tradicional costumbre de cada víspera de Nochebuena.

El obispo estuvo acompañado por el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, la vicealcaldesa, Maider Etxebarria y un grupo de jóvenes seminaristas venidos del Congo. Estos estudiantes de teología fueron los encargados de leer una serie de peticiones a Dios por los niños, los ancianos o los que viven solos, entre otros colectivos.

«Que el cariño, el amor y la fraternidad de este belén llegue a los hogares de todos los vitorianos», deseó por su parte el primer edil. Y así, tras la breve homilia, el prelado dibujó la señal de la cruz con sus dedos frente a cada una de las figuras, roció de agua bendita el pesebre e impregnó el lugar con el humo de un incensario. Al término del acto, los presentes se despidieron felicitando las fiestas y entonando a coro un 'Adeste fideles'.