El Obispado sigue a la espera de un cambio urbanístico en Zaramaga para ceder la parroquia al Memorial

Después de un proceso de meses para definir a sus distintos representantes, todas las entidades ya han elegido quiénes formarán parte del gobierno de la fundación que gestionará el centro. Los últimos elegidos han sido los historiadores Santiago de Pablo y Virginia López de Maturana por parte del Obispado.

Así las cosas, el único trámite pendiente para sacar adelante el proyecto es la parcelación de la manzana en la que se ubica la parroquia donde tuvo lugar la tragedia en 1976. Un trámite urbanístico necesario para regular la situación de la iglesia: una serie de errores jurídicos durante la dictadura dejaron una parroquia propiedad de la iglesia asentada sobre un suelo que no era propiedad de la Diócesis. Cuando eso suceda, el episcopado alavés cederá la parroquia a la fundación, pero de momento habrá que esperar.

Fuentes del Departamento municipal de Urbanismo afirman que el trámite «es una rutina» y que luego tendrá que pasar por el Registro de la Propiedad. En concreto será el número 4 –en Vitoria hay cinco– quien se encargue de esta cuestión. «Ahí es ya el tiempo que le cueste proceder a registrar esa inscripción que le otorga la propiedad al Obispado», refieren desde la concejalía que dirige el socialista Borja Rodríguez.

Una vez se supere ese bache jurídico, «se le notificará al Obispado que ya tiene esa parcela como propietario» y se podrá producir la cesión de los 1.970 metros cuadrados del terreno, que pasarán de lugar de culto a espacio de memoria. Hace ya más de dos años y medio desde que EL CORREO publicó en exclusiva el acuerdo entre las instituciones y la Diócesis para la creación de un centro memorial. Desde entonces incluso se han asignaciones presupuestarias –la del Gobierno central vino acompañada de la intención de acceder al patronato– pero el centro aún siguen sin materializarse.