Manuel Septien: «Los libros siempre han sido objeto de prohibición por los más poderosos»

'Las dos vidas de Martín de Munibe', ambientada en el siglo XVIII y editada por Txertoa, cuenta la historia de ese 'traficante', su periplo escondiendo entre evangelios esos libros – junto a textos subversivos o eróticos– para evitar una condena y las aventuras de un personaje que creció en Laguardia y adopta el sobrenombre de Thomas de Toulouse para esquivar la censura. «No aburrir», apunta Septien, era su propósito cuando daba clases en un instituto de Vitoria. Y esa máxima se repite en su tercera novela. La presenta esta tarde, a las 19.00 horas, en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa.

– Montehermoso es uno de los escenarios en los que se mueve Martín de Munibe.

– Fue un lugar emblemático en el periodo napoleónico y en la novela anticipa la importancia que tienen los marqueses de Montehermoso. Eran unos grandes bibliófilos y Martin de Munibe hace de intermediario como vendedor de libros.

– Ese protagonista, Martín de Munibe, es un contrabandista de libros en el siglo XVIII. ¿Qué inspiración real tiene?

– Siempre repito que han tenido que existir varios Martín de Munibe. He construido este personaje que es un fugitivo de la Inquisición y contrabandista de libros en base a trozos de realidad que van uniéndose como un puzzle alrededor de la biografía de su amigo Félix María de Samaniego, un famoso fabulista. Samaniego es un protagonista que aparece en segundo plano, pero el inspirador y el que hace de tutor de Martín de Munibe. Además es quien hace de protector en la Corte de Madrid, donde hay interesados en libros prohibidos.

– El contrabandista se mueve entre Madrid y Francia. Y siempre para en Rioja Alavesa.

– El centro del universo novelesco de Martín de Munibe es Laguardia. Se puede hablar como una novela de viajes en el sentido de que también se mueve por Europa. Hay que decir que en Francia había determinados libros prohibidos. No había Inquisición, pero sí una Guardia Real.

– Al lector local le llama la atención el episodio en el que el protagonista va a regiones francesas y toma apuntes para exportar el método de hacer vino a Rioja Alavesa.

– Sí, gran parte de los libros prohibidos eran filosóficos, pero también había científicos, que trataban avances en el tema de la física, la química y las matemáticas. Algunos de esos libros se prohibieron por la Inquisición. En el caso de La Rioja se conocía ya el monocultivo de la vid, pero mejoró la calidad cuando introdujo la teoría de la realización del vino en Francia. De alguna manera representa los descubrimientos científicos del siglo. Supuso un gran avance.

– En la novela cuenta que libros sobre los enredos de la corte francesa, como 'Anecdotes sur Madame la Comtesse du Barry', fueron prohibidos.

– Sí, otro de los libros es 'Teresa en el convento' y algunos que remiten a las aventuras amorosas del rey Luis XV. Eran perseguidísimos, estaban muy cotizados y su precio subía al ser prohibidos. Al mismo tiempo era peligroso llevarlos, se vendían de manera clandestina cambiando el nombre del editor.

– Las aventuras que narra por momentos remiten a uno de los ensayos de la temporada, 'El infinito en un junco', de Irene Vallejo.

– Sí, se puede ligar. En la novela de Vallejo aparecen dos polos en la vida de los libros prohibidos. Empezaron con la prohibición del 'Ars amandi', de Ovidio, y acabaría con 'Fahrenheit 451', de Ray Bradbury. En este periodo tenemos la perspectiva de cómo los libros se han perseguido desde la época de los romanos hasta nuestros días. Y desgraciadamente en el futuro también podrían ser perseguidos.

– No faltan ejemplos.

– Tenemos la persecución de los musulmanes ortodoxos a Salman Rushdie, por poner un ejemplo sintomático. Los libros siempre han sido objeto de prohibición por los poderosos.

– En la novela hay una historia de amor. Y destaca como uno de los personajes centrales Félix María de Samaniego, el célebre fabulista.

– Es un gran desconocido y un personaje revelador gracias a la biografía de Emilio Palacios, al que le rindo homenaje en el libro y le debo parte de la historia de Martín de Munibe. Samaniego es reconocido por sus fábulas, pero no como ilustrado, director de la Real Sociedad Bascongada Amigos del País, defensor de los fueros de Álava en la corte de Carlos III y menos por sus cuentos eróticos. Es un personaje controvertido porque fue bastante atrevido en sus declaraciones y fue denunciado por la Inquisición, aunque luego salió airoso. Cuando leí la biografía sentí que había personajes detrás de Samaniego que habían intercedido por él en esta historia de libros prohibidos.

– Vitoria también es un lugar de paso en las aventuras y desventuras de Martín de Munibe.

– Tiene su protagonismo porque era una de las etapas en el Camino Real y, de hecho, en el tiempo napoleónico (José I), la corte intermedia se asentaba en Vitoria. Tuvo un papel importante. También Bilbao juega un papel importante como puerto de entrada de libros. Y porque ahí aparece la burguesía emergente que sería tan importante en el siglo XVIII.

– Los personajes femeninos no son arquetípicos, como el de Inés de Ordoñana de quien se enamora el protagonista. ¿Le interesan estos personajes que no están subordinados?

– Es verdad, no tienen nada de subordinados. Hay otros personajes femeninos que aparecen en Madrid, como la Marquesa de Benavente, que encarna el personaje de mujer que centralizaba el mundo de la cultura alrededor de sus palacios en España, principalmente en Madrid. Anteceden el papel que pueden tener las mujeres en el Siglo de las Luces, como explicaba Carmen Martín Gaite en 'Usos amorosos del dieciocho en España'.