EN EL NOMBRE DEL PADRINO

A Mercedes se le quedan pequeñas sus relevantes instalaciones actuales porque en apenas cuatro años ha duplicado el número de unidades fabricadas. Anda ya por las 170.000 cada doce meses que son exactamente lo que suenan, una barbaridad. Así que sus gestores entienden que la rúbrica de raíces germanas necesita destinar todo el terreno disponible en su factoría de la Avenida de los Huetos a ensamblar vehículos a lo largo de la cadena de montaje sin otras ‘distracciones’ que le aparten del objetivo. Y supongo que se trata de una buena noticia, sobre todo si la pregunta va dirigida a la Hacienda alavesa. Sin empresas como éstas perderíamos raciones de trabajo y entrarían bastantes ingresos menos en la hucha de la Diputación Foral.

De aquí parten hacia el mapamundi entero ejemplares de la Vito -no hay modo en mi cabeza de disociar el modelo y el nombre del patriarca Corleone- y del monovolumen V. Así, por la inicial. Y es que, como cuenta el dicho y en el nombre de El Padrino, siempre ha habido clases.