![«Es nefasto que aún haya juguetes para fomentar que las niñas sean amas de casa»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202301/04/media/cortadas/ala-pablo-vidal-kGCB-U190148078468AKB-1248x770@El%20Correo.jpg)
![«Es nefasto que aún haya juguetes para fomentar que las niñas sean amas de casa»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202301/04/media/cortadas/ala-pablo-vidal-kGCB-U190148078468AKB-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Lo más probable es que al recorrer el pasillo de una juguetería no vea lo mismo que Pablo Vidal Vanaclocha. Este doctor en Ciencias de la Educación es especialista en detectar en el propio embalaje cualquier sesgo de género. Más allá del rosa y del ... azul, de la princesa y el superhéroe o de las cocinas y los coches. En diferentes estudios e investigaciones acerca de la representación de los juegos infantiles que envuelven estos días los Reyes Magos, este exprofesor en las Aulas de la Experiencia del campus de Álava y vocal para un uso no sexista de la Publicidad en la comisión Begira de Euskadi (Emakunde), nota que «queda mucho» para que los estereotipos de género desaparezcan definitivamente. Vidal es uno de los autores del informe 'Estereotipos y roles de género en la publicidad de juguetes', del Instituto de la Mujer y ha sido también el encargado de la exposición 'Sexismo en la publicidad', que se puede ver en el Casco Viejo de Bilbao hasta el 29 de enero.
– En un estudio de 2013 sobre publicidad recogían algunos datos llamativos: el 47% de los juguetes anunciados por niñas eran de color rosa y el 63% muñecas. ¿Ha variado mucho en una década?
– Aunque suene un poco pesimista se ha avanzado prácticamente nada, aunque ha habido algún cambio. En un estudio posterior de 2020 ('Estereotipos y roles de género en la publicidad de juguetes', del Instituto de la Mujer), el 22% de los juguetes dirigidos a niñas eran de color rosa. Incluso los ordenadores que se anuncian son de color rosa, se llega hasta ese extremo. Todo esto nos puede parecer imperceptible porque no nos fijamos en ello, pero construye un mundo segregado, un universo de niños y de niñas. Estos juegos van inculcando conductas, actitudes y creencias que cuando arraigan a edades tempranas están construyendo la forma de entender las relaciones de género. ¿Cómo es posible que todavía pensemos que una niña tiene un futuro de maternidad y un niño un futuro de guerrero?
– Recientemente el Ministerio de Consumo firmó junto a los principales fabricantes de juguetes un código de autorregulación que pretende desterrar estos estereotipos. ¿Cómo repercute esto?
– La asociación de fabricantes tenía un código deontológico de hace 30 años y ahora van a sacar otro. Bienvenido sea, pero que sea de verdad efectivo. Lo que se ha visto hasta ahora es que la autorregulación de los sectores productivos –no solo el de los juguetes– es una quimera y un brindis al sol. En este país como en otros, sin el control de la administración ni sanciones a incumplidores no se ha avanzado nunca.
– ¿Nota una corriente de consumidores que se quejan cada vez más de un sesgo en juguetes?
– Depende de la persona. Pero sí que es verdad que cada vez resulta más complicado para muchas personas escoger un juguete para niña. No porque no los haya, sino porque no quieren juguetes que impulsan estereotipos de género que en muchas familias y desde hace años ya se han superado.
– ¿Ejemplos?
– Si te pones a pensar en cuántos juguetes están fundamentando arquetipos en los que aparece el ama de casa sorprende porque en realidad en nuestro país las cifras de mujeres menores de 35 años dedicadas a esta labor es de aproximadamente el 8%. Lo mismo con los juguetes que manifiestan el arquetipo de madre cuando resulta que tenemos una de las menores tasas de natalidad de todo el planeta. Si piensas en otros arquetipos como el de la cuidadora, es un mensaje nefasto hacer creer a las niñas que su vocación es la de cuidar a otro y que los niños no deben cuidarse. Hay muchos otros arquetipos como el de la belleza y la sexualidad con sets de bisutería y maquillaje que hacen pensar que solo a través de unos cánones estéticos corporales determinados van a ser algo en esta sociedad.
– En estas fechas navideñas, ¿ha visto muchos anuncios sexistas?
– Aunque parezca contradictorio, veo poca televisión. Pero sí que he visto algunos y he entrado en alguna juguetería. Lo que se sigue percibiendo es que incluso en embalajes, la gráfica transmite que el niño está siempre por encima. Por ejemplo, veo una caja de un dron y un niño manipulando los mando y a su hermana por detrás. A ella se le muestra entusiasmada porque casualmente su hermano, casualmente varón y mayor que ella, sea el que manipula el aparato.
– Parece que queda recorrido para evitar esas diferencias.
– El acuerdo de Consumo con los fabricantes ya se realizó en Francia en 2019, aunque no fue exactamente igual. Allí se obligó al sector a firmar una carta para una representación mixta del juguete con condiciones claras, sobre todo hacia el juguete científico, los disfraces relacionados con ciencia, cuidado y tareas domésticas. Además se obligaba a los centros de venta a formar a sus empleados, algo que deberíamos pensar. Porque cuando uno llega a preguntar a una tienda por juguetes todavía te dicen si es niño o niña. Lo que tienen que preguntar es qué edad tiene.
– Esa pregunta «¿es niño o niña?» sigue siendo habitual en el mostrador de muchas tiendas.
– Y es lo que hay que evitar. ¿Qué culpa tienen los niños y niñas de cuatro años de lo que piense el señor o la señora que vende o el director de marketing de la empresa juguetera? Hay que cambiarlo sobre todo pensando en las nuevas generaciones.
– ¿El sector de los juguetes es la punta del iceberg o hay otros sectores que representan una imagen sesgada?
– En el sector de la moda y la belleza es muy activo pero otros como la automoción, desde 2012 el 53% de las mujeres conduce frente al 47% de hombres. Pues fijate qué pocos anuncios vemos en los que las chicas sean las que conducen. Peor todavía, cuando va acompañada jamás conduce ella. ¿Qué pasa en estas lides del marketing o en las agencias que contratan para llegar a estos mensajes tan alejados de la realidad social actual? ¿Por qué lo harán? No sé si porque quienes lo realizan piensan eso o quieren que la sociedad no avance o los fabricantes sacan coches que no quieran que sean utilizados por las mujeres, algo que dudo.
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