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Sergio Carracedo
Lunes, 30 de abril 2018, 01:05
Cada investigación nueva que aparece revela datos inéditos de los neandertales que habitaron en Europa y en la Península Ibérica hasta su desaparición hace unos 40.000 años. El último estudio, en el que ha participado Antonio J. Romero, investigador del Área de Prehistoria del campus de Álava de la Universidad del País Vasco, desvela que las comunidades neandertales que vivieron en la península «fueron las que desarrollaron las técnicas de conservación de los alimentos», como la extracción de tiras de carne de las patas de los venados para su conservación, secadas al sol o ahumadas.
Esta es una de las conclusiones de la investigación sobre los restos de fauna del yacimiento de Jarama VI, en Guadalajara, en el que ha participado la UPV, y que ha sido publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences. Romero ha explicado que el yacimiento de Guadalajara fue primero «un campamento residencial de larga estancia», en el que los neandertales vivían durante todo el año. En él han «detectado la extracción de tiras de carne para su posterior conservación mediante el secado o el ahumado y su consumo en diferido».
A este antiguo asentamiento neandertal junto al río Jarama, que fue frecuentado por humanos en tres fases diferentes hace unos 50.000 años, «los cazadores llevaban los ciervos abatidos en otros lugares y allí repartían y consumían su carne», han corroborado los investigadores. Han determinado también que trabajaban las pieles de los ciervos para confeccionar ropa de abrigo, mantas y otros accesorios para los campamentos, ha precisado este investigador de la UPV.
Durante esta fase de la prehistoria el clima fue muy húmedo y las crecidas del cercano río Jarama fueron frecuentes, por lo que las sociedades neandertales «posiblemente estuvieron más interesadas en los recursos vegetales que en la caza». Por ello, unos guijarros hallados en la zona «probablemente fueron empleados para procesar juncos y otras plantas comestibles de ribera», añade el estudio.
Para llegar a estas conclusiones los especialistas han reconstruido los modos de vida de los neandertales a pesar de que el paso de miles de años ha reducido los antiguos asentamientos a poco más que restos de herramientas de piedra, huesos, huellas de hogueras y algunas estructuras.
El estudio de los huesos de animales cazados ha proporcionado información sobre la forma de vivir de esta especie extinta del género Homo. Gracias a técnicas de la Paleontología, han calculado a qué edad y en qué estación del año fueron abatidas por los humanos del Paleolítico sus presas: ciervos, rebecos, cabras montesas y caballos salvajes. Por otro lado, las labores de carnicería sobre los cadáveres de los animales han dejado una serie de marcas de corte en los huesos que han sido interpretadas para determinar si los animales eran desmembrados para ser cocinados directamente sobre el fuego y consumidos en el momento, si se extraían tiras de carne para ser conservadas y guardadas a modo de provisiones, si lo que interesaba era la piel del animal o si se golpeaban los huesos para el consumo del tuétano.
En la fase más reciente del yacimiento, los grupos neandertales lo utilizaron como un cazadero, sobre todo de caballos salvajes, entre finales de primavera y el verano. Los animales eran abatidos en el mismo sitio o en las cercanías del yacimiento, donde hacían un primer procesado de los cadáveres, consumiendo algunas partes, como los costillares y el espinazo. Las partes más ricas en carne, como los cuartos traseros y delanteros los llevaban a otros campamentos, relata Romero.
El estudio concluye que las sociedades neandertales «supieron gestionar su entorno y aprovechar los recursos en cada época del año», afirma Antonio J. Romero. Además, asegura que «tenían una planificación a largo plazo, así como una cultura compleja y dinámica que les llevaba a tener una serie de preferencias en cuanto a los recursos disponibles en el entorno», concluye este especialista.
Antonio J. Romero forma parte del personal docente e investigador en formación de la Facultad de Letras de la Universidad del País Vasco y desarrolla su labor dentro del Área de Prehistoria del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología en el Campus de Álava. El artículo sobre el funcionamiento de las comunidades neandertales en el interior de la Península Ibérica, 'Neanderthal communities in the heart of the Iberian Peninsula: taphonomic and zooarchaeological study of the Mousterian site of Jarama VI (Guadalajara, Spain)', ha sido publicado recientemente en Archaeological and Anthropological Sciences.
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