La natalidad sigue en caída libre en Álava con 1.906 nacimientos en 2024, un 6% menos que el año anterior

Esta preocupante situación no tiene nada que ver con lo ocurrido en 2011, cuando se batieron todos los récords de este milenio al sumar 2.939 nuevos vitorianos. Por aquel entonces, los paritorios se abrían ocho veces en cada jornada de trabajo. Aunque, por otro lado, las estadísticas ni si quiera se acercan al panorama anterior a la pandemia cuando llegaron al mundo 2.303 niños.

En resumen, que si hasta hace unos años la Unidad de Obstreticia y Ginecología no daba abasto, ahora funciona más bien al ralentí. Y es que, pese a que la maternidad pública vitoriana cuenta con salas de parto con bañera de hidromasaje, amplios espacios, lianas o balones de pilates para hacer más cómodos los alumbramientos, esto no ha provocado que éstos sean más abundantes. Sin ir más lejos, en este pasado ejercicio apenas han nacido un millar de hombres -979, en concreto- y 957 mujeres, con una media de cinco partos diarios.

En 36 de los casos se trató de nacimientos de gemelos o mellizos y, por quinto año consecutivo, las matronas y ginecólogos de Txagorritxu no se enfrentaron a un alumbramiento de trillizos.

Los registros también anotan que más de la mitad de las madres que eligieron dar a luz en las instalaciones de la calle José Achótegui eran primerizas, el 55,9%. Un total de 1.066 dieron a luz a su primer hijo.

Por otra parte, la edad media de las madres continúa siendo elevada. La del pasado año fue de 34 años. La más veterana se enfrentó a un alumbramiento a los 55 años y la más joven a los 15. Entre los pequeños, hubo prematuros nacidos con sólo 840 gramos de peso y, en el lado opuesto, el mayor anotó 5.020 gramos.

En estos episodios, y abogando por hacer los partos menos instrumentalizados, las cesáreas fueron una minoría. Este tipo de operación tan sólo se puso en práctica en un 12,7% de los casos. Ocurren, por ejemplo, cuando un pequeño nace de manera prematura, cuando presenta algún tipo de enfermedad congénita o cuando es la madre la que sufre algún tipo de percance. Así las cosas, los alumbramientos naturales alcanzan ya más de tres cuartas partes del total.

Aunque, según los mismos medios, las episiotomías -cirugía menor hecha durante el parto para ensanchar la abertura de la vagina- han crecido hasta un 9,8%, frente al 6,8% de 2023. Casi ocho de cada diez parturientas piden anestesia epidural para reducir los dolores del parto.