El museo Artium reivindica el poder del arte para «imaginar un mundo mejor»

Medina, con más de medio centenar de exposiciones individuales, además de participar en otras colectivas en Madrid, Nueva York y Washington, tomará el relevo en febrero en la Sala A3 de la muestra 'Refugios-diarios (lerro galduak)', centrada en la producción pictórica de la última década del artista vitoriano Joxerra Melguizo. Para entonces el museo contará con un acceso directo a ese espacio desde la plaza interna del museo, la zona en la que se encuentra instalada la obra 'Números primos', de Esther Ferrer.

Medina, que define buena parte de su obra «psicoanálisis plástico», regresa a la capital alavesa tres años después de su muestra en el Centro Cultural Montehermoso. En aquella ocasión se recogía una serie de obras pictóricas bajo el título 'Proceso de investigación psicoanalítica plástica sobre desigualdad y violencia de género'.

Este es el primer avance de una presentado ante los miembros corporativos con la presencia destacada de los patronos, tanto públicos como privados (EL CORREO, Euskaltel y Fundación Vital).

Prueba del acierto de la agenda expositiva del museo es el premio Fundación Macba, que recibió Ibon Aranberri recientemente por la exposición 'Entresaka', ideada en colaboración con el Museo Reina Sofía, que se pudo ver entre abril y septiembre en Artium Museoa. A ese galardón hizo referencia el diputado general de Álava y presidente del patronato Ramiro González, quien destacó que la «educación, la cultura y el conocimiento crítico son más necesarios que nunca». Además aplaudió el diálogo entre el sector público y privado, una «complicidad necesaria» que se cristaliza en la proyección como motor de cambio.

El prestigioso premio otorgado hace unos días a Aranberri por la exposición que conectaba al museo madrileño y al vitoriano se mencionó como «ejemplo» de cómo Artium es ya un «gran referente» en el circuito internacional. Con este tipo de muestras se «amplifica y difunde nuestro trabajo de manera clara en el exterior», resaltó Herráez.

Durante el acto se reafirmó el papel estratégico del museo como motor cultural en el País Vasco y se respaldó la gestión de la directora. Al menos cuatro años por delante tiene Herráez –que fue nombrada en 2018 mediante un concurso publico por decisión unánime–, que firmó una renovación el pasado curso por estas fechas.

En este tiempo el museo se ha convertido en un gran referente por combinar la programación de artistas cercanos e internacionales, así como una estrategia paritaria. Además su colección se mantiene como un gran faro como demuestran los préstamos (Thyssen, Prado...) y la labor de proximidad y conservación se refleja en las donaciones de obra que ha recibido de artista como Juan Luis Moraza, Txaro Arrazola, Agustín Ibarrola o el propio Aranberri.

«Tenemos que incidir en los vínculos entre arte y sociedad», se marcó como reto Herráez, que ha afianzado las colaboraciones con diferentes instituciones internacionales como el Museum für Gegenwartskunst Siegen (Alemania) o Kanal Centre Pompidou, (Bruselas), con el cual se ha colaborado para exponer 'El caso de l(a casa) museo(a)', de la reconocida artista belga Joëlle Tuerlinckx. Una de las muestras más aclamadas del momento en Euskadi junto a esa exposición dedicada a una faceta menos conocida de Chillida como dibujante e ilustrador.