El muro antirriadas de Abetxuko será móvil

El tramo desmontable del muro se colocaría sólo en casos de emergencia. Es decir, en días de lluvias extremas y de posibles riadas. Sin embargo, su eficacia depende de una «gran coordinación» entre diferentes equipos y departamentos. URA, dependiente del Gobierno vasco, plantea que la estructura portátil se almacene en «dependencias municipales», y que exista un protocolo de actuación «bien definido» dentro del departamento de Seguridad (Policía Local y Bomberos) para que se coloque con rapidez. No obstante, existen soluciones ya implementadas en Euskadi, como en el entorno del Urumea, por lo que a priori se trata de un remedio factible.

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El plan busca salvar así un viejo escollo enquistado, ya que los vecinos nunca han visto con claridad la ejecución del muro en su totalidad y, de hecho, la presión vecinal tuvo su impacto en que el muro quedara en su día incompleto. Sin embargo, tras las graves inundaciones de diciembre de 2021, URA propone como solución completar esta barrera con un nuevo tramo de 140 metros. Este muro se uniría al que se encuentra ya levantado en la zona curva del tranvía, pero que justo después queda cortado.

Los vecinos, por su lado, se abren a una solución de este tipo, pero siempre que sea «definitiva» para aplacar las crecidas. Sin embargo, a la espera de conocer la postura del Consistorio sobre la propuesta de URA, piden «sensibilidad» con el acceso a la zona ajardinada y al parque infantil. No quieren que la barrera sea un «obstáculo» para los vecinos de la calle La Presa. En cualquier caso, desde la asociación Uribe Nogales mantienen la prudencia antes de emitir un dictamen sobre la abertura en el muro y su tamaño.

Pero más allá de la propia barrera, URA advierte de que no es la única 'grieta' que sufre la calle La Presa en los episodios de crecidas del Zadorra. Los técnicos de la Agencia Vasca del Agua señalaron en un informe que durante la riada de 2021, esta parte de Abetxuko se inundó primero a través del alcantarillado y que no fue hasta dos días después cuando el río superó el nivel de la calle. Esto supone que la culminación del muro evitaría esa 'segunda fase' de la inundación. En este sentido, el órgano dependiente del Gobierno vasco pide al Ayuntamiento que intervenga para resolver el riesgo de riada desde la red de saneamiento.

Por otro lado, URA propone ampliar la altura del muro que rodea las instalaciones deportivas de Gamarra, que también sufrieron una crecida mucho mayor de la prevista. La solución en esta parte de la ciudad pasa por cuadruplicar la altura de esta mota hasta 1,1 metros, mientras que ahora ronda los 25 centímetros, insuficientes para evitar las afecciones a las piscinas y el campo de rugby.