Murgia suspende sus fiestas pese a no estar en zona roja «porque iban a ser incontrolables»

Si bien Zuia aún no ha superado esa barrera de los 150 casos por cada 100.000 habitantes en las dos últimas semanas, el lunes se quedó en 127, los miembros de esta entidad local temían que las ganas de fiesta eclipsasen la prudencia necesaria para frenar la pandemia. «Ni siquiera habíamos sacado un cartel, pero se veía que iba a venir mucha gente y sobre todo los jóvenes que tienen actos en todos los lados», comenta el presidente de la junta, Alfredo Ircio.

Porque había organizado un espectáculo con los actores Gorka Aguinagalde e Iñigo Salinero, verbena, concurso de marmitako, conciertos de Joselu Anaiak y Txapelpunk... Un programa digno de la época prepandemia. «Eran demasiadas cosas y no podíamos asegurar que con tanta gente iba a estar controlada la situación», reconoce Ircio.

Porque el nivel de concienciación que existe en Murgia es muy notable. Y es que la decisión llegó apenas seis horas después de que la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, trasladase su recomendación de evitar fiestas y ferias en los municipios más afectados por la denominada ola de los no vacunados. Esta suspensión de última hora, sin embargo, no se traducirá en un gasto para el pueblo, ya que los promotores de los actos no les pasarán la factura. «Se han portado muy bien, pero aunque nos hubiesen cobrado, aquí lo importante es garantizar la situación sanitaria», subraya el presidente del concejo.

Esta suspensión será 'sine die' porque «ahora ya llega el frío y el mal tiempo». «Aquí lo importante es que el año estemos todos sanos y lo festejemos todos juntos», concluye.