El mundo inédito de Joseba Gómez

Más adelante, las aventuras viajeras de Gómez le llevarían por el Cáucaso, Colombia, Egipto, Armenia, Líbano, Grecia, Serbia, Ucrania, Azerbayán, Japón, Transnistria, Marruecos, Georgia... Había viajado a lugares más convencionales, como Amsterdam o Berlín, pero cuando el escritor alavés afincado en Mallorca Jorge González de Matauco le presentó a Mauricio Espinar todo cambió.

Este veterano viajero, «un octogenario que trabaja como guía turístico en Palma», ha pisado un total de 400 «entidades políticas» -que pueden ser estados, campos de refugiados más o menos autónomos o incluso enclaves internacioanles- y ha vivido aventuras como para llenar un libro. Algo que Gómez ya tiene en la cabeza, porque Mauricio le ha contado que fue camarero del Príncipe de Edimburgo en los años 50, se libró de un asalto ¡a machetazos! en un autobús en Sierra Leona o «fue el primer español en entrar a Sidi Ifni por carretera (año 1968)», aparte de viajar de polizón en muy distintos barcos.

O cuando fue evacuado de Vietnam en plena guerra, secuestrado en Somalia en los 90 o fue invitado a espiar a la URSS por funcionarios franquistas. «La simetría histórica provocó que una vez en la URSS pasase por lo mismo, esta vez a manos del KGB, quienes estaban mosqueados al ver un turista de la España de Franco. A regañadientes le dejaron entrar previa promesa de que espiase para ellos cuando volviese a España. De nuevo, Mauricio hizo el teatrillo y accedió», recuerda el alavés. Pero esta, aunque jugosa sin duda, es otra historia.

Retomemos el hilo. Gómez y Espinar «nos conocimos en persona en el aeropuerto de El Prat», para compartir un periplo caucásico allá por 2006. El autor alavés destaca que es «una persona clave, que me ha acompañado a tres de mis viajes (Cáucaso Sur, zona Oeste del Mar Negro y Líbano)». En este último lugar, tuvieron ocasión de visitar campos de refugiados palestinos gestionados por Hamás, Hezbolá o Al Fatah. Una experiencia humana «en la que aprendimos mucho. Uno nos invitó a su casa, se puso a cantar... fue muy humano, de lo mejor que nos ocurrió». Con Mauricio los viajes «son como un cómic, donde primero es el guión y luego, los dibujos. Él es el guionista principal», agrega con respeto.

También le impactó en otro viaje el 'anillo de la vergüenza' a base de campos de refugiados sirios hacinados que rodeaba la ciudad de Salónica. «Fue para ver cómo se podía ayudar. Quería hablar con la gente cara a cara para ver la ayuda que se les podía prestar, no era 'turismo morboso', vamos», precisa el alavés.

Pero quien también había hecho guiones de terror para el cómic, 'La terroríficas historias del Fantasma del Tonel' -ilustrado por Ismael Llano en 2013- se llevaría más de un susto. Como en colombia, donde le robaron unos tipos que se hicieron pasar por policías. No obstante, «hay que intentar ver las cosas e informarse y empezar por algo 'light'», anima a la gente. y apunta «la zona de Balcanes, como Croacia y entrar un poco a Bosnia. O la zona de Transvinstia. Aquí cuando entras te dan un papelito y puedes estar 24 horas. Si te pasas, hay cárcel y no puedes fotografiar edificios oficiales», advierte.

Aconseja que «si has tenido una mala experiencia, aprende de ella o de tu error. Tampoco retrocedas a la primera: inténtalo de nuevo o en algún otro sitio parecido. Hay que salir de los circuitos típicos y sorprenderse», recomienda. Claro que Joseba Gómez apuesta por el espíritu curioso, porque «tampoco hace falta irse lejos. La misma Álava está llena de sorpresas,