El marcaje policial a los patinetes se traduce en 373 multas en ocho meses

Sin embargo, pese a zanjar la polémica con el reglamento, no son pocos los que se desplazan prácticamente esquivando a los peatones. Ni siquiera la sanción de 200 euros parece que les frene. «Evitarlo es una de nuestras luchas. Es algo que vemos a diario y genera miedo a las personas. Daña la opinión pública sobre los patinetes. La acera debería de ser un sitio sagrado», censura, duramente, Alberto Llorente, presidente de la Asociación Vitoriana de Patinetes Eléctricos. «Estos son la minoría, pero destacan sobre el resto que sí cumple con las normas», matiza.

Llorente defiende que este vehículo, cada vez con más afición en la ciudad -«crece a una velocidad muy elevada»-, es beneficioso para la gente «porque es fácil de usar y no requiere esfuerzo», pero siempre y cuando se respeten las normas. Y en su cruzada contra los infractores, la asociación ha fijado tres 'deberes': «Solucionar el problema de las aceras, el de los que se saltan los semáforos y aquellos que circulan en dirección contraria». No es casualidad. Los agentes han sancionado a 35 personas por no respetar las señalizaciones.

Dentro de este catálogo de infracciones también destacan aquellos que fueron sorprendidos mientras hablaban o utilizaban el móvil (58) y quienes viajaban acompañados por otra persona. «Estamos de acuerdo en las sanciones. Es más, pedimos que la policía actúe de paisano para 'cazar' a más infractores, porque sino saben dónde están y les esquivan», comenta. Es más, cuatro han recibido la correspondiente multa por no respetar las indicaciones de los agentes y otros cinco por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia y drogas.