El Monumento a la Batalla de Vitoria se somete a un chequeo para valorar su restauración

Estos trabajos -que provocaron ayer una importante ráfaga de fotografías de vecinos y turistas- se han realizado de forma previa a un análisis en el laboratorio. Los resultados de ambas etapas se volcarán en un «informe completo» que dejará constancia de todas las zonas de degradación e incluirá una propuesta de intervención con el presupuesto necesario.

No es la primera vez que el Monumento se somete a un chequeo similar. En el 2010 ya se solicitó esta labor y, por aquel entonces, la reforma integral del conjunto escultórico se valoró en 100.000 euros. Es probable que esa cifra haya aumentado por el «alto estado de deterioro» que presenta la obra de 1917. Además, se debe tener en cuenta que en el Presupuesto del Consistorio la partida para la conservación del conjunto de obras de arte urbano (suman más de 120) se limita a 50.000 euros.

En cualquier caso, el 31 de octubre es la fecha límite que ha estipulado el área de Cultura, que dirige la concejala Sonia Díaz de Corcuera (PNV), para la finalización de este dossier clave. «Este estudio será la herramienta principal para tomar las decisiones necesarias de cara a la realización de una propuesta de conservación-restauración científica integral del monumento», afirmó la edil de Cultura, cuyo departamento ha invertido en esta 'radiografía' 18.030,40 euros (IVA incluido), después de que así lo requiriese un diagnóstico del servicio de Restauración de la Diputación. Ambas instituciones mantendrán un canal de comunicación abierto con la empresa durante este tiempo para «seguir un sistema colaborativo».

En esta revisión a fondo -que se realiza desde una plataforma elevada- se tomará, entre otras cosas, «la temperatura de la superficie», se analizará «la porosidad del material pétreo» (la técnico foral ya indicaba en su diagnóstico que era de «mala calidad») y se probará «la aplicación de antipintadas»; algo que parece relevante al recordar los episodios en los que el monumento ha sido víctima de actos vandálicos, como cuando unos adolescentes le lanzaron botes de pintura morada.

Fue en enero cuando la asociación Hispania Nostra incluyó el Monumento a la Batalla de Vitoria en la Lista Roja para alertar de su «supervivencia» a largo plazo. Desde su instalación en 1917 apenas ha contado con cuatro intervenciones; la última de cierto calado fue en 1984. A partir de entonces, sólo ha habido actuaciones «de urgencia» que se han centrado en áreas concretas.

Precisamente, la capa protectora que se le aplicó hace 39 años no funcionó adecuadamente en muchos puntos, de tal forma que éste constituye uno de los puntos esenciales para el estudio actual. La cara norte (otra de las zonas donde primero se centró la atención ayer) es una de las más afectadas. Por ejemplo, la diosa Marte aparece desfigurada, el musgo empieza a tapar parte del primer piso o se aprecian fisuras tras la leyenda 'A la batalla de Vitoria'.