La huelga de monitores deportivos abre un nuevo frente en el Ayuntamiento de Vitoria

Este grupo, que ronda los 400 trabajadores, ha planteado cuatro jornadas de huelga, previstas para los días 23, 24, 25 y 26 de enero. Reclaman la firma de un convenio colectivo digno tras más de un año de negociaciones que no se han saldado con acuerdo. Todos ellos pertenecen a la empresa Aiteko, subcontratada por el Ayuntamiento después de que se extinguiese el contrato con Disport Eki.

Desde finales de 2023 y hasta la pasada semana, en la que se produjo el último contacto en el proceso negociador, las dos partes han mantenido un total de catorce reuniones en las que no han llegado a ningún tipo de acuerdo y los trabajadores han decidido ya plantarse ante lo que entienden que es inmovilismo por parte de la patronal.

El colectivo de 400 trabajadores denuncia que sus peticiones, principalmente un incremento salarial ligado al IPC y una equiparación de las jornadas laborales en cuanto a salarios y horas de trabajo de todos los trabajadores que ostentan la misma categoría, no han tenido una respuesta satisfactoria a lo largo de todo este tiempo. «La última oferta, de la semana pasada, llegó tarde y es insuficiente. Además, ni siquiera la tenemos por escrito», aseguraron ayer en comisión municipal, trasladando su denuncia a los grupos del Ayuntamiento.

También solicitan que la patronal no se siga escudando en la deuda que dejó Disport Eki con la Seguridad Social, que ahora asumirá Aiteko, para no negociar.

Y, por todo ello, este martes reclamaron al equipo de Gobierno municipal «apoyo para desbloquear esta situación porque el Ayuntamiento es el responsable final de la calidad del servicio». Desde el Consistorio, la concejala del Departamento de Deporte, Ana López de Uralde, pidió a los trabajadores «una actitud conciliadora para llegar a un entendimiento», petición que también asegura haber trasladado recientemente a la patronal.

Este nuevo conflicto se suma a los paros y movilizaciones que vivieron los centros cívicos y polideportivos en 2024 por los constantes impagos de Disport Eki a sus empleados. El año pasado, los monitores deportivos de Vitoria y todos los encargados de estas instalaciones protagonizaron varias jornadas de huelga, desconvocadas solo al cobrar los sueldos. La difícil situación económica de la empresa le llevó a entrar en concurso de acreedores y, como consecuencia, a la rescisión de su contrato con la Administración local. Esto condujo a que todos los trabajadores de Disport Eki fuesen absorbidos por Aiteko.

Esta amenaza de huelga puede incidir directamente en el día a día de muchos vitorianos, ya que 92.500 vecinos de la ciudad están abonados a estas instalaciones y muchos de ellos participan en las actividades deportivas que día a día se desarrollan en las instalaciones municipales.