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Helena Rodríguez
Martes, 3 de octubre 2023, 11:48
Michelin-Vitoria ha comunicado este martes al comité de empresa nuevas modificaciones en la carga de trabajo hasta final de año. No habrá actividad los ... fines de semana en los turnos de noche y mañana, tampoco los festivos ni durante el puente de la Constitución. En total, se dejarán de producir 2.000 toneladas de neumáticos. La decisión resulta especialmente preocupante por cuanto una de las razones aducidas por la dirección de la multinacional francesa tiene que ver con «la pérdida de la confianza del grupo en la planta alavesa», según han confirmado a EL CORREO tanto fuentes sindicales como de la propia firma.
La medida, motivada también por lo que en la dirección califican como «una significativa» caída en la cartera de pedidos, afecta a 1.500 trabajadores de una treintena de turnos, sobretodo en la división de ingeniería civil. La novedad es que alcanza a la línea de rueda gigante, que hasta ahora se había mantenido libre de reajustes. La noticia se produce a pocas semanas de que empiece a planificarse la actividad de 2024 y el calendario laboral, que será el primero con el nuevo convenio.
Llega, además, en vísperas de que la plantilla vote en referéndum la salida del comité intercentros de la factoría, algo que divide a los representantes de los trabajadores y que tiene su origen en la aprobación del convenio colectivo. Las plantas del resto de España apoyaron mayoritariamente la oferta de la empresa mientras en Vitoria venció el 'no'. Un escenario de tensión que algunas fuentes sitúan como uno de los motivos que ha llevado a la dirección del grupo a llevar a cabo los nuevos reajustes. En su última entrevista antes de dejar el cargo como director general de Michelin-Vitoria, César Moñux afirmó en EL CORREO que la conflictividad laboral podía conducir a «un reparto de asignaciones de producción diferente» que hiciese necesaria «menos plantilla». Ahora aquella posibilidad comienza a tener visos de materializarse.
El anuncio de la dirección de la empresa ha pillado por sorpresa al comité. No tanto por la reducción de la producción, sino por el peso de las cancelaciones y por la anticipación en el anuncio. «No estamos ciegos. En el taller vemos que a lo largo de todo el año entra menos trabajo, pero hasta ahora el calendario de cancelaciones se hacía a dos semanas vista. Nunca a dos meses», apunta Unai Arregi, representante de LAB, quien asegura que la multinacional «no ha dado datos que fundamenten su decisión». «Dicen que hay menos pedidos, pero no dicen si es solo en esta planta o si es porque se los están llevando a otras factorías», desliza.
Ion Koroso, de CGT, y David Marigorta, de ELA, también echan de menos la justificación en cifras del reajuste. «No creemos que haya motivos para adoptar una media de este calado», aseguran desde la Confederación General de Trabajadores. Para Marigorta, sobre la decisión se cierne la sospecha de que se trata de «una forma de amedrentar a los trabajadores que en pocas horas votarán salir o no del comité intercentros». De ser así, no sería la primera vez que la planta alavesa abandona un órgano negociador del que estuvo ausente entre 2015 y 2018 y en el que tampoco está Lasarte.
ELA y LAB apoyan una salida que a su entender permitiría negociar algunas mejoras para la plantilla de Vitoria. CGT, por su parte, prefiere no dar directrices a sus afiliados y remarca que «voten lo que voten después deben ser consecuentes con ello» porque «si apoyan dejarlo, luego tendrán que luchar», avisa Koroso.
Quienes no se muestran favorables a dejar de estar presentes son UGT y CC OO. Desde la primera central aseguran que «no tiene sentido estar fuera» porque «ir juntos es lo que da fuerza a los trabajadores». Recuerdan, asimismo, que en un momento de sobreproducción en toda Europa «lo que hay que conseguir es que esta planta sea competitiva». «No es el momento de hacer ruido», zanjan.
Alberto Martín, de Comisiones Obreras, tampoco entendería una salida, pero considera que los reajustes no son una medida de presión. «No creo que una empresa condicione sus resultados a que estemos en ese órgano. Lasarte lo abandonó hace 15 años y de hecho ellos han firmado el último convenio», argumenta. Para el representante de CC OO, la caída en la cartera de pedidos es real y afecta a otras factorías de la multinacional en España. Es el caso de la de Aranda «donde durante todo el verano han estado desactivados los fines de semana».
«Michelin apuesta por un modelo de relaciones laborales con la persona en el centro, pero se necesita el compromiso de todas las partes. Una fábrica que no apuesta por ese modelo a todos los niveles pierde la confianza del grupo». Así de tajantes se mostraron desde la multinacional francesa tras el anuncio de un nuevo reajuste en la producción en su factoría alavesa, la mayor de cuantas hay en España. Desde la firma sitúan la caída del volumen de pedidos como la principal razón para adoptar la medida, pero confirman que el clima de tensión que se ha vivido en el durante este año no ayuda.
Reconocen que el desplome en la cartera de pedidos es general y que en su caso, «los volúmenes son significativamente menores de lo previsto». Eso sí, no los cuantifican aunque a finales de 2022 se anunció que de las instalaciones de Vitoria iban a salir este año 8,7 millones de ruedas, un 16% menos que el ejercicio pasado. De cara al próximo, «todo indica que seguirán a la baja». Señalan, asimismo, que en la decisión del grupo de reajustar la producción tampoco ha ayudado la convocatoria de un referéndum vinculante para decidir sobre el abandono del comité intercentros. Y recuerdan que «en ninguno de los que han salido han logrado mejoras sobre lo contemplado en el convenio».
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