La planta de Mercedes Benz en Vitoria, la principal industria vasca que da empleo a unos 5.000 trabajadores, lleva semanas instalada en un escenario de convivencia con la incertidumbre, por la escasez de chips en el mercado, del que por el momento está ... saliendo airosa. La producción se mantendrá también toda la próxima semana, con el sábado incluido. En este sentido, la dirección ha trasladado este viernes al comité de empresa la necesidad de trabajar los cuatros sábados de este mes para atender la creciente demanda de pedidos.
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Aunque la decisión de activar esas jornadas, en las que se trabaja únicamente en el turno de mañana, dependerá de que «la actual situación de falta de suministro se pueda solucionar a corto plazo». Pero, por primera vez en mucho tiempo, desde la compañía automovilística se mira al futuro con ligero optimismo, a pesar de la incertidumbre en el sector de la automoción.
Eso sí, la producción de la próxima semana -la sexta de manera consecutiva- se verá alterada por la falta de algunas piezas que impedirán que todos los vehículos que salgan de la cadena de montaje se puedan entregar a los clientes. De hecho, alrededor de un millar de furgonetas irán directamente a la campa donde ya hay unas 2.400 unidades.
Por el momento, los trabajadores no consumirán nuevos días del expediente de regulación temporal de empleo del que ya han agotado un máximo de 12, en función de la bolsa de horas que arrastra cada operario. El ERTE tiene una vigencia hasta el próximo 31 de diciembre y todavía quedan 18 jornadas para consumir.
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