Trabajadores de Mercedes entran a la planta de Vitoria. IGOR MARTÍN

Mercedes activa los sábados de octubre para producción a la espera de tener chips

La dirección ha trasladado este jueves al comité que el día 2 se trabaja; la confirmación para los otros sábados irá en función de las piezas

Miércoles, 22 de septiembre 2021

El primer sábado de octubre será día de producción en la planta de Mercedes Benz y los otros cuatro también han sido activados por la empresa como laborables y confirmará si hay producción en función de la disponibilidad de chips que tenga. La dirección de ... la principal industria vasca confirmó ayer a todo el comité de empresa sus previsiones de fabricación para la próxima semana, en la que la maquinaria estará a pleno rendimiento de lunes a sábado.

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La factoría automovilística ha conseguido desbloquear, al menos por el momento, la falta de chips, lo que le ha permitido dar continuidad a la actividad industrial tras tres semanas seguidas de parada. Sin embargo, la incertidumbre por los problemas de suministro todavía es importante, hasta el punto de que Mercedes no puede garantizar si podrá mantener la producción la semana del 4 de octubre.

¿Y por qué, en cambio, activa todos los sábados? Es una pregunta que se hacen portavoces sindicales y trabajadores de la fábrica. La respuesta obedece a que la empresa quiere tener la mayor flexibilidad posible para convocar esas jornadas como días de producción. Porque siempre y cuando disponga de los semiconductores suficientes, las líneas de pintura y montaje bruto y final estarán en funcionamiento para montar furgonetas.

La dirección trasladó ayer al comité que el día 2 se trabaja; la confirmación para los otros sábados irá en función de las piezas

En este sentido, desde hoy y hasta el próximo viernes el turno de noche será más largo en la planta de Mercedes, en concreto de siete horas y media en montaje bruto y pintura y de ocho en montaje final –esas jornadas son habitualmente de siete horas–. Lo que refuerza también la apuesta de la empresa por tener producción si se cuentan con los microchips necesarios.

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Y la planificación para el último trimestre del año irá en función de la existencia, o no, de semiconductores. «No hay descartar que muchas semanas trabajemos tres o cuatro días», advierten representantes de la plantilla. Y la jornada que no sea de producción en Mercedes irá con cargo al ERTE que aprobó una mayoría sindical y la dirección, de treinta días de duración y hasta el 31 de diciembre. Por el momento, los trabajadores han agotado un máximo de doce días.

El programa de fabricación se mantiene en 134.561 furgonetas pero el hecho de que los clientes mantengan sus pedidos, a pesar de las tres semanas de parada, despierta cierto optimismo en la fábrica de Vitoria.

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La ministra de Industria apuesta por reforzar la fabricación europea ante la falta de chips

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, señaló ayer en el Congreso de los Diputados que apuesta por reforzar la producción europea para afrontar la crisis de escasez de semiconductores y materias primas en la industria y, a corto plazo, facilitar mecanismos de flexibilidad interna como los ERTEs.

A una pregunta del PNV por estos problemas de suministro de chips, que afectan principalmente al sector de la automoción, Maroto explicó que la Comisión Europea pretende elevar del 10% al 20% la producción de chips, pero que España está haciendo un «seguimiento continuo» de la crisis. Esta falta de piezas ha evidenciado «un problema de soberanía tecnológica en Europa» que «requiere de apoyo público e inversiones importantes».

La respuesta de Maroto no convenció a la portavoz económica del PNV, Idoia Sagastizabal, que lamentó que las medidas en el ámbito comunitario «son medidas a medio plazo» y que proyectos como una fábrica de baterías «no se ponen de la noche a la mañana». Por ello, pidió al Gobierno que «presione a Bruselas para aumentar el suministro de semiconductores desde Asia» y «acelere la puesta en marcha del llamado 'escudo social' para, por lo menos, aminorar los despidos y fomentar la formación de los trabajadores afectados».

En este sentido, Sagastizabal recordó que el problema de falta de materias primas «va camino de ser estructural» cuando el Ejecutivo central apuesta por un proyecto de vehículo eléctrico y conectado, que depende de más microchips, pero también de litio o níquel, «materiales escasos, y que se concentran en países con gran inestabilidad sociopolítica».

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