Mercedes Benz ha vuelto este lunes a la rutina en Vitoria. Desde el primer turno, que ha arrancado a las seis, los trabajadores de la planta antes de cruzar la entrada se someten a un control de temperatura. Al igual que sucediera a finales de ... abril, cuando la factoría alavesa recuperó la producción tras mes y medio de parón, la compañía automovilística dispondrá durante unas semanas de cámaras térmicas para hacer esas mediciones. Si se enciende la luz verde, a fábrica. Si es de color rojo, esa persona es retenida en la puerta en una zona aislada hasta que pasen unos minutos y le tomen la temperatura de forma manual. En caso de estar por encima de los 37 grados, será atendida por los servicios médicos de la empresa para valorar qué decisiones se toman.
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En Mercedes quieren extremar las precauciones en esta vuelta a la actividad industrial marcada por la segunda ola del Covid-19 en Euskadi y minimizar en todo lo posible el riesgo de contagios. Así, en el inicio de cada turno durante estos primeros días habrá un recordatorio de los protocolos de seguridad en la planta y de la obligación de usar geles y mascarillas así como mantener las distancias de seguridad.
«Habrá reuniones del comité de prevención de riesgos laborales para valorar la situación», señala el presidente del comité, Igor Guevara, «y vigilar los cumplimientos. La plantilla de Mercedes es un reflejo de la sociedad y si están aumentando los casos positivos, ese riesgo también lo tendremos en fábrica».
Entre otras medidas, la compañía también prohibirá a sus trabajadores fumar o comer mientras estén en movimiento. «Estas actividades se han de realizar siempre en estático y manteniendo la distancia de seguridad mínima de dos metros con respecto al resto de personas», ha trasladado la compañía.
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El temor a contagios se une a la otra gran incertidumbre en el regreso a la producción en Mercedes: el volumen de pedidos. A finales de julio hubo una revisión al alza con 2.900 vehículos para atenuar la caída en la fabricación de furgonetas. «Veremos a ver qué pasa a partir de octubre, pero esperemos que no sea necesario aplicar un ERTE», plantea Guevara. Pero el riesgo todavía es evidente.
En la otra gran industria alavesa, Michelin, existen también esas mismas dudas para el último trimestre, a pesar de que el expediente temporal se levantó un mes antes de lo previsto. «Y en agosto -a partir del día 10- hemos trabajado como otros años» en cuanto a número de efectivos, aseguran portavoces sindicales. Incluso la producción de rueda de turismo va al alza y obligará a activar días en septiembre.
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El coronavirus tampoco está influyendo de manera negativa en la producción diaria de la planta, que este mes ha tenido activos unos 2.000 trabajadores. «A fecha del jueves tenemos un caso de una persona que ha dado positivo por Covid-19 y otros cuatro compañeros están aislados y en vigilancia sometiéndose a controles», explican portavoces sindicales de la planta fabricante de neumáticos.
Este dato «creo que habla muy bien del comportamiento y la responsabilidad de los operarios de Michelin y también de las medidas que ha estado tomando la empresa para evitar los contagios», señalan.
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Mercedes Prohíbe a su personal fumar o comer mientras esté en movimiento
Michelin Con 2.000 personas trabajando en agosto, registra un único positivo por coronavirus
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